7 años y subiendo... el dramático dato que la NBA ha dejado para el baloncesto estadounidense
El canadiense Shai Gilgeous-Alexander juega ya las finales después de ganar el MVP de la competición, aumentando una mala racha para los jugadores estadounidense en la NBA.
Juego Seguro. +18 Juega con responsabilidad.
James Harden fue el último MVP estadounidense de la NBA. ‘La Barba’ consiguió el premio que distingue al mejor jugador de la temporada en la primavera de 2018. Desde entonces, el país que tradicionalmente ha dominado el baloncesto mundial y los premios, ha registrado una sequía sin precedentes: encadena 7 años sin conseguir ese trofeo.
Shai Gilgeous-Alexander ha sido el último no estadounidense en ganarlo, confirmando que la NBA se ha convertido definitivamente en una competición global. El canadiense se ha unido de esta manera al griego Giannis Antetokounmpo (2019 y 2020), al serbio Nikola Jokic (2021, 2022 y 2024) y al camerunés Joel Embiid (2023) en esta especie de confabulación contra el baloncesto estadounidense.
Quizá lo peor de todo es que probablemente pueda pasar hasta una década este país sin cosechar un MVP. Sólo hay que recordar que Luka Doncic o Wemby todavía no han estrenado su palmarés en este premio (pero se les espera para el futuro) y que el jugador más dominante de Estados Unidos en los últimos años, la estrella de Boston Celtics Jayson Tatum, acaba de sufrir una gravísima lesión en el tendón de Aquiles.
Cuidado con el ‘Dream Team’
Estos datos no dejan de poner de manifiesto que el dominio con puño de hierro del baloncesto estadounidense está más cerca que nunca de terminar y que quizá podría llegar en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028. Es un hecho que Estados Unidos vive una crisis grande como pocas veces se recuerda en cuanto a la generación de talentos, aunque la situación no es nueva del todo.
A principios del nuevo siglo, la selección de Estados Unidos de baloncesto sufrió varios reveses, siendo derrotada como anfitriona en el Mundial de Indianápolis 2002 y luego en los Juegos Olímpicos de Atenas -donde sólo pudieron ser terceros-. Coincide que en aquel momento se dio la primera rebelión de los extranjeros en la NBA, ganando el canadiense Steve Nash dos MVP’s consecutivos y posteriormente uno más del alemán Dirk Nowitzki.
Falta de talento joven
No parece un asunto baladí que Estados Unidos esté pasándolo tan mal en los últimos años en el baloncesto FIBA donde en el último Mundial celebrado en 2023 se quedaron fuera del podio siendo derrotados en la fase final por Alemania y Canadá. El equipo tuvo que recurrir a viejas glorias para ganar el oro olímpico en París 2024 trayendo de regreso a Stephen Curry y LeBron James, pero el aviso ya estaba más que dado.
El país vive una crisis enorme para sacar jugadores sobresalientes en la NBA y eso demuestra el enorme crecimiento que está teniendo el baloncesto en todos los rincones del mundo. En la última temporada 125 jugadores de fuera del país tomaron parte en la competición siendo casi un tercio de todos los integrantes de los equipos.
¿Y qué hará la NBA?
Veremos qué sucede en el futuro, pero la cuestión no deja de poner en liza el orgullo de los estadounidenses, quienes se consideran los creadores del baloncesto y sus máximos exponentes. La NBA, con estas nuevas normas donde el triple es religión, ha visto la consecuencia directa de hacer un juego completamente distinto al del pasado, donde el físico contaba más que la puntería.
Shai Gilgeous-Alexander es el último en poner en cuestión las leyes no escritas de una competición que cada vez es menos estadounidense. La pregunta que muchos se hacen es: ¿hasta dónde permitirá la NBA que se le suban a las barbas los foráneos?
Rellene su nombre y apellidos para comentar
Tu opinión se publicará con nombres y apellidos