Antonio Conte, la estrella fugaz de los banquillos
El técnico italiano, conocido por sus métodos radicales, conquistó el Scudetto con el Nápoles de forma totalmente inesperada.
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Antonio Conte ha sido siempre una de esas personalidades que no se deja nada en el tintero. El exinternacional italiano pertenece a una generación de tipos duros y que se forjaron en el Calcio más puro. Campeón de Europa con la Juventus en los 90 y finalista del Mundial de 1994, el centrocampista atesora muchas experiencias valiosas que ha aplicado en la pizarra tras compartir vestuario con múltiples leyendas.
Zidane, Del Piero, Roberto Baggio, Christian Vieri o Thierry Henry compartieron en algún momento vestuario con el entrenador que es capaz de obrar milagros en muy corto espacio de tiempo. Conte nunca ha estado en un equipo más de tres años, siendo calificados sus métodos como extremos por todos aquellos que han estado bajo su batuta.
“Realmente es un buen entrenador. No le guardo rencor, pero para ser un entrenador realmente importante tiene que cambiar algo en el lado humano de su forma de entrenamiento. Es un tipo desconfiado. Creo que en un club como el Real Madrid no duraría ni una temporada", le definió un Diego Costa que firmó a sus órdenes una temporada de 20 goles en la Premier League y que luego terminaron como en ‘el rosario de la aurora’.
Antonio Conte ha obrado varios milagros a lo largo de su carrera deportiva que han hecho que suene para grandísimos equipos como el Real Madrid o el Manchester United cuando se hablaba de la necesidad de ‘látigo’ en estos equipos. Finalmente, fueron los propios jugadores los que vetaron la llegada de un técnico que si algo garantiza son los resultados en su primer año.
Los milagros de Antonio
El italiano acaba de ganar un Scudetto con un Nápoles al que ha conseguido elevar desde la décima posición -que obtuvo la temporada pasada- a levantar la Serie A ante todo un Inter de Milán. Conte, además, pudo resarcirse ante el equipo que dirigió entre 2019 y 2021 y al que también llevó a reconquistar la liga italiana más de una década después. El técnico se marchó por desacuerdos con la directiva en cuanto a la confección de la plantilla.
Como se puede percibir, el carácter le ha podido jugar algunas malas pasadas a Conte en algún momento de su carrera, pero los resultados hablan por si mismos. Antes de hacer el milagro con el Nápoles ya sacó su magia con un Chelsea al que hizo ganar la Premier League de la temporada 2016/17, después de haber finalizado la temporada anterior en la décima plaza. En aquella ocasión, Conte también terminaría mal con unos blues que estuvieron meses negociando su finiquito.
Quizá el milagro por el que Conte forjó su fama tuvo lugar en el club donde jugó la mayor parte de su carrera. En la Juventus, el italiano cambió el paso de un equipo que antes de caer en sus manos terminó séptimo en la Serie A y que con él al frente ganó los tres siguientes Scudettos, siendo éste su récord de permanencia en un banquillo. El técnico dejaría el equipo en el verano de 2014 para hacerse cargo de la selección italiana de cara a la Eurocopa 2016.
La espinita clavada
A buen seguro que el nombre de Conte volverá a sonar para un grande en las próximas fechas, aunque su fecha de caducidad todavía no ha llegado en Nápoles al ser ésta su primera campaña con el equipo. El denominador común de los éxitos del técnico reside en que cogió a un equipo grande que fracasó sin competiciones europeas, los hizo entrenarse como locos y finalmente obtuvieron el título de su respectiva liga en un corto plazo de tiempo.
El técnico tiene todavía el sanbenito de no haber sabido competir a nivel internacional. Pese a tener en su palmarés cinco Scudettos, dos Supercopas de Italia, una Premier League y una FA Cup, nunca ha conseguido ningún título europeo en una carrera que cumple casi dos décadas en la élite. Ese será el siguiente reto para Antonio con su Nápoles la próxima temporada, aunque los precedentes no son nada alentadores. Lo más lógico sería que separasen sus caminos a más tardar en 2026.
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