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Lionel Scaloni, seleccionador argentino, abrió la caja de los truenos durante la actual Copa América, sugiriendo que la UEFA debería invitar a Argentina a disputar una Eurocopa para que los equipos del Viejo Continente comprobasen el nivel real de la albiceleste.

El seleccionador expuso su deseo y también dejó una puerta abierta que no es tan ajena para la Copa América, que organiza la CONMEBOL y que en el último lustro ha contado con invitados como Japón o Qatar en su evento. ¿Podría ser Argentina la Australia que compite en el festival de música de Eurovisión?

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La vieja Copa Artemio Franchi

Por el momento, Argentina ha visto que las posturas entre UEFA y CONMEBOL están más cercanas que nunca en mucho tiempo con la resurrección de la vieja Copa Artemio Franchi. Este torneo se estrenó en 1985, enfrentando al campeón de la Eurocopa y de la Copa América de la última edición.

Tras esa primera edición que ganó Francia a Uruguay, luego se disputó en 1993 -siendo el último título de Diego Armando Maradona con su país- y se reinstauró en 2022 -consiguiendo la victoria Argentina ante Italia por 3-0-. El torneo parece que seguirá adelante en 2025, programado bajo el nombre de Finalissima.

La FIFA, perjudicada

“A mí me gustaría que viniese a jugar aquí España y a mi me gustaría que fuésemos nosotros los elegidos para jugar la Eurocopa”, dijo Scaloni en una reflexión que entraña muchos problemas. Especialmente enfadada se encuentra una FIFA que vería menoscabada su autoridad y que además vería perder valor e interés a su joya de la corona, que es el Mundial que ellos mismos organizan.

El encanto de un Mundial es que las grandes potencias de distintos continentes puedan verse en las fases finales de sus torneos y estas ‘invitaciones’ pueden hacer que la espontaneidad que hasta ahora tenía el Mundial, midiendo a potencias como Brasil con grandes equipos europeos, se perdiese quizás.

Otra piedra más en el calendario

La otra vertiente que muchos ven en esta situación es que Eurocopa y Copa América coinciden en la actualidad en el calendario, haciendo inviable que un equipo renuncie a disputar su torneo continental para embarcarse en otro al que es casi completamente ajeno. Cambiar el calendario dejando a los futbolistas sin veranos para hacer este tipo de experimentos puede hacer que el ecosistema salte por los aires.

Es cierto que la Copa América nunca ha sido un ejemplo de constancia en el calendario, pero este año parecía que finalmente se habían podido organizar todos los torneos de selecciones celebrándose la Copa Asia, la Copa África, la Copa América y la Eurocopa en una misma temporada y ahora volver a reorganizarlo todo para dar cabida a esta idea de Scaloni parece de todo menos lo adecuado.

A todos nos gustaría ver a un equipo ‘invitado’ saltar la banca y ganar un torneo, pero qué clase de palmarés quedaría si por ejemplo España fuese campeona de la Copa América o Argentina campeona de Europa. Además de ser una deshonra para el fútbol continental, no muchos aficionados estarían contentos por el resultado.