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El Barcelona ha perdido la chispa con la que maravilló en el primer tercio de la temporada. Los culés sumaron ante el Atlético de Madrid su tercera derrota consecutiva en Montjuic después de sucumbir frente a Las Palmas y Leganés. El club azulgrana no había registrado como local tres derrotas consecutivas desde la Liga de 1965/66.

Ha llovido mucho desde aquellos acontecimientos que, a buen seguro, ponen la piel de gallina a la afición azulgrana si la secuencia se repite. En aquel año, el Barcelona cosechó un título que no le sirvió como premio de consolación a todo lo que tuvo que sufrir esa temporada.

Porque los azulgrana tuvieron que ver cómo el Real Madrid se proclamaba campeón de Europa, cómo el Atlético ganaba la Liga y cómo el Zaragoza les apeaba de la Copa del Generalísimo para proclamarse campeones. El equipo culé tuvo como premio de consolación ganar a los maños la Copa de Ferias por 4-3 en la prórroga ante precisamente a sus verdugos de la Copa en España.

La espada de Damocles

El Barça ha sumado cinco puntos en los últimos siete partidos, una media que lo convertirían automáticamente en equipo de descenso. El equipo ha perdido puntos en los últimos minutos de sus compromisos contra el Celta, Betis y Atlético dejándose un total de siete por el camino.

Así las cosas, el club azulgrana ha completado la primera vuelta con 38 puntos, una cifra discreta si comparamos los números con las dos temporadas anteriores completas de Xavi Hernández. El técnico catalán consiguió 50 en la campaña 2022/23 -cuando terminó levantando el título de Liga- y 41 en la 2023/24 -cuando ya estaba más que cuestionado- ofreciendo su dimisión en diferido en enero.

Cómo tirar una clara ventaja en dos meses

Esta situación era impensable hace dos meses tras la victoria del Barcelona por 0-4 en el Santiago Bernabéu y los 10 puntos de ventaja que en ese momento sacaban al Atlético de Madrid. Ahora mismo los colchoneros aventajan a los culés en tres puntos y con un partido menos, mientras que el Madrid tiene dos puntos más y también un partido menos.

El Barcelona ha encajado gol en cada uno de sus últimos ocho partidos de Liga y ésta es su peor racha sin dejar su portería a cero en la competición desde 2018. El Barça perdió a Ter Stegen para el resto de la temporada y sacó del retiro a Wojciech Szczesny. La titularidad, sin embargo, ha recaído hasta ahora en un Iñaki Peña que no hace milagros.

Flick buscará evitar a finales de enero convertirse en el primer entrenador culé que pierde cuatro partidos seguidos en casa frente a un Valencia que necesita los puntos como el comer y que es un rival que tradicionalmente siempre les plantea problemas.