El tiempo alcanza a todo el mundo en el deporte profesional. Chris Froome y Nairo Quintana son un claro ejemplo de ello. El británico -cuatro veces vencedor del Tour de Francia- se quedó fuera del ‘ocho’ elegido por su equipo, el Israel-Premier Tech, tras estar muy lejos de su versión como ganador de la ronda francesa. El colombiano, por su parte, no tomará parte después de no encontrar un equipo que le acogiese para este 2023.

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Retrocediendo una década atrás en el tiempo encontramos que el Tour de Francia de 2013 fue ganado por un Froome intratable acompañado en el podio por un Nairo Quintana colmado de premios tras ganar el maillot de la montaña y el de mejor joven. En aquella cita en París los acompañó el hoy comentarista Joaquim Rodríguez en el mejor resultado de su carrera deportiva en Francia.

Como si fuesen dos gotas de agua, 2014 aplazó su rivalidad en la carretera francesa por una serie de sucesos que poco tenían que ver con su voluntad. A Nairo le obligaron a correr el Giro de Italia -que, por cierto, ganó con pasmosa facilidad-, mientras que Froome abandonaba en el Tour de Francia tras múltiples caídas en una etapa de pavés.

2015 volvió a reencontrar esa misma rivalidad con Froome volviendo a ganar a un Nairo que se quedó a apenas un minuto del maillot amarillo -dos años antes fueron a cuatro- de un británico que ganaba así su segunda edición del Tour de Francia. Los ponían los cimientos de una carrera que los ha visto a ambos subir al Olimpo y decaer prácticamente en paraleo aunque se lleven cinco años de edad en favor del ciclista angloparlante.

Al año siguiente, un invitado se coló en la fiesta del podio del Tour de Francia entre Froome y Nairo. Romain Bardet hizo la carrera de su vida siendo el segundo en la general por detrás del inglés y quitándole a Quintana su segunda posición por apenas 16 segundos. Al colombiano se le empezaron a notar síntomas de agotamiento de cara a la temporada 2017 después de una planificación fatídica de Movistar.

El equipo telefónico explotó a su estrella haciéndole correr seguidamente cuatro Grandes Vueltas -Tour 2016, Vuelta 2016, Giro 2017 y Tour 2017- viéndose la peor versión de Nairo en el último Tour que ganó Froome. Quintana cayó hasta la duodécima plaza, mientras el británico brindaba por cuarta ocasión en los Campos Eliseos.

La decadencia

Ya en 2018, Froome y Quintana empezaron a sufrir síntomas de decadencia. El británico acusó el esfuerzo que supuso ganar el Giro de ese año para ser tercero en el Tour, mientras que Quintana se reconvertía a cazador de etapas venciendo en la etapa reina de la carrera y terminando décimo en la general.

Una terrible caída en un entrenamiento antes del Tour de 2019 dejó a Froome al borde de la retirada eliminándole para la lucha de cualquier general a partir de ese momento. Nairo tampoco fallaba a su cita con la etapa reina del Tour ganándola de calle, pero apenas siendo octavo en la general en una tendencia que atisbaba que su gran momento ya había pasado.

2020 estuvo marcado por la marcha de Nairo a un nuevo equipo, el Arkea, donde definitivamente se olvidó de la general del Tour para centrarse en etapas y objetivos secundarios. Froome no estuvo presente por culpa de la recuperación de su lesión en la pierna centrándose en reaparecer en la Vuelta a España.

El británico siguió los pasos de Nairo para 2021 cambiando a otro equipo, el Israel-Premier Tech, en busca de tener el protagonismo que había perdido en el Ineos -conocido antiguamente como Sky-. El cuatro veces vencedor del Tour reapareció en 2021 terminando en la posición 133 de la general y completamente perdido en cuanto a resultados. A Nairo no le fue mejor cosechando la peor clasificación gneral de su carrera con un puesto 28.

En 2022 se dio el renacer de las dos leyendas, aunque a baja escala. Froome estuvo a punto de ganar en la mítica cima de Alpe D’Huez quedando tercero en la etapa, mientras que Nairo sorprendía a todo el mundo siendo sexto en la general. Posteriormente, al colombiano le descalificarían por un positivo por salbutamol que hizo que el Arkea le despidiese.

Esta temporada, Nairo no ha encontrado un equipo World Tour que quiera contar con sus servicios a sus 33 años por esa mancha con el dopaje, pese a no existir sanción. Froome, por su parte, ha estado compitiendo en carreras de tercera fila como el Tour de Ruanda en busca de un golpe de pedal que no ha llegado y que le ha dejado fuera del Tour por sus flojos resultados. Ambos no estarán en Bilbao en la línea de salida del Tour 2023 anticipando el fin de una era.

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