CICLISMO
Cuando una mujer corrió el Giro de Italia: La historia de Alfonsina Strada
El Giro de Italia celebra los 100 años que han pasado desde que compitió en él por primera y última vez una mujer: Alfonsina Strada.
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Es una de las historias más inspiradoras del deporte femenino que existen y en este 2024 cumple un siglo. El Giro de Italia, una de las Grandes Vueltas del panorama ciclista, hizo caso a la insistencia de una mujer en querer participar en su carrera, cristalizando aquel hecho en algo histórico porque la protagonista completó la carrera y fue vitoreada a su llegada a Milán.
Aunque antes de adelantarnos al final de la historia, hay que poner mucho contexto. Alfonsina Strada, como se llama la protagonista de nuestro artículo, era una auténtica obsesa de las bicicletas desde muy corta edad y la mejor de las mujeres con diferencia.
Con apenas 20 años, estableció el récord de la hora de chicas en 1911 completando 37,192 kilómetros.
La joven se hizo con fama en el mundo de la bicicleta, pero la Primera Guerra Mundial cortó su progresión de raíz, impidiendo que pudiese participar durante unos años en carreras. De hecho, se casó con un mecánico, luego enviudó y posteriormente se volvió a enlazar con un ciclista profesional.
Primeras clásicas
En 1917, las competiciones ciclistas volvieron a brotar y uno de los Cinco Monumentos -el Giro de Lombardía- andaba corto de corredores que quisieran participar en él, permitiendo la inscripción de la proclamada como “Mejor ciclista italiana” en esa prueba. Strada lo hizo bien porque al año siguiente repitió en Lombardía y consiguió un gran resultado.
En la Clásica de las ‘Hojas Muertas’ de 1918, la ciclista entró vigesimoprimera a 23 minutos del ganador, llamando poderosamente la atención que doblegó en el sprint a varios ciclistas masculinos que luchaban por la posición convirtiéndose en una referente.
Alfonsina tenía entre ceja y ceja conseguir participar en el Giro de Italia, que era la carrera más importante del país y en la que esperaba poder hacer historia, puesto que antes de ella y después ninguna mujer ha conseguido participar en una ‘Gran Vuelta’.
La oportunidad del Giro
Hasta 1924, no le llegó la opción después de que los organizadores del periódico ‘La Gazzetta dello Sport’ viesen en ella un filón mediático, permitiendo apuntarse a tres días del inicio de la competición. Hay que destacar que este hecho fue posible debido a las dificultades a las que se había enfrentado la organización en esa edición.
Los equipos más prestigiosos del pelotón habían exigido pagos por adelantado en efectivo después de quejarse por la exigencia de la prueba. La respuesta fue que para esa edición se abrió la participación a ciclistas individuales y no profesionales entrando nuestra protagonista entre los participantes, pese a contar ya con 33 años de edad.
Alfonsina Strada corrió con el dorsal 72, con un maillot negro y se quitó una letra de su nombre para intentar disimular su sexo. Pese a sus esfuerzos, se encontró con una gran oposición y prejuicios dentro de un pelotón que creía que la carrera se había convertido en un circo.
Lo cierto es que la joven no desentonó en una prueba que tuvo 12 etapas, 108 participantes y un total de 3613 kilómetros. Curiosamente el ganador no se pudo enfundar la ‘maglia rosa’ porque no se implantó hasta 1931.
Se ganó el respeto
Aguantó sin mayores apuros en casi todas las etapas, hasta que llegó la novena etapa entre L’Aquila - Perugia -de 280,7 kilómetros de recorrido- y donde entró fuera de control tras sufrir múltiples pinchazos e infortunios ese día. Los jueces se reunieron y decidieron excluirla para la clasificación general, aunque le permitieron completar las tres etapas restantes.
La chica llegó a la meta en Milán junto a un pelotón de 30 ciclistas que completaron la carrera, logrando los vítores de la gente y convirtiéndose en la primera mujer mediática del deporte mundial. Tras lograr el sueño de toda una vida, cruzó la meta y se retiró para centrarse en su familia.