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La Champions League se caracteriza por ser una de las competiciones más generosas en lo referente a premios y emolumentos. Una buena parte de los presupuestos de los clubes se basan en su desempeño en la máxima competición europea, siendo un drama económico cuando no alcanzan las expectativas -como le sucedió al Barcelona en 2022 y 2023-.

Una pata importantísima en el espectáculo son los árbitros. Los encargados de impartir justicia en el terreno de juego no están tan bien pagados como los jugadores, pero su salario se sitúa también fuera de mercado si comparamos con otras profesiones. Eso sí, no todos los árbitros cobran por igual y dependen esencialmente de su categoría y experiencia.

Así las cosas, la UEFA clasifica a sus árbitros en cuatro categorías que son Élite, Desarrollo de élite, Primero y Segundo. El organismo suizo establece su criterio en base a su experiencia previa, el número de encuentros arbitrados y otras evaluaciones oficiales relacionadas con su desempeño laboral.

Las categorías explicadas

En función de su categoría, los árbitros obtienen una remuneración u otra. Un árbitro Élite, que cuenta con un mínimo de cinco años de experiencia en la competición, gana 9.680 euros por partido pitado, mientras sus linieres se embolsan 2.906, y los cuartos árbitros 968 euros.

Los árbitros pertenecientes al grupo de Desarrollo de élite, que cuenta con una experiencia de tres a cinco años, se embolsan 6.300 euros por partido si son designados como principales. Los liniers obtienen 1.900 euros y los cuartos árbitros 775.

Los árbitros sueñan con ser internacionales por los jugosos emolumentos que reciben por parte de la UEFA y el prestigio que obtienen profesionalmente

En el tercer escalafón encontramos los árbitros llamados de Primero. Estos colegiados tienen experiencia de uno a tres años en la competición y se embolsan por partido pitado 2.900 euros, mientras que sus ayudantes obtienen 725. Además los cuartos árbitros no cobran por asistir a estos encuentros, pero obtienen puntos UEFA de cara al futuro.

En el escalón más bajos encontramos a los trencillas que pertenecen al grupo conocido como Segundo. En este caso, se trata de los ‘rookies’ o novatos que se estrenan esa temporada en competición europea. Su salario es de 1.900 euros por partido y sus auxiliares obtienen 525. El cuarto árbitro tampoco obtiene retribución en este grupo.

La letra pequeña de la UEFA

En los recientes cuartos de final celebrados en la Champions League, la UEFA únicamente ha optado por los árbitros del grupo Élite en consonancia con la calidad de los equipos que están en liza. Por normativa, los colegiados del grupo Primero y Segundo -por muy buenas referencias que tengan- no pueden pitar en estas alturas de competición.

Hay que recordar que la UEFA establece por norma que los colegiados provenientes de un país que participa como equipo en la eliminatoria no pueden arbitrar en la misma. El máximo organismo del fútbol continental se asegura, de esta forma, cualquier tipo de sospecha de tongo pese a que la integridad de los árbitros suele estar fuera de toda duda.

En España, un árbitro cobra por pitar un partido de Primera División 4.200 euros, mientras que si es designado como VAR se embolsa 2.100 euros. Los colegiados de la máxima categoría tienen un salario fijo de 137.000 euros al año siendo unos de los mejores pagados de Europa.

Pese a todo, muchos sueñan con convertirse en internacionales y acceder a los jugosos emolumentos que da la UEFA a sus trencillas.