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En el fútbol existen las primas por ganar títulos y estas son negociadas por los capitanes del equipo con la presidencia del club, que es quién decide cuánto dinero adicional va a pagar a sus jugadores por ganar títulos. En la NBA, existen también estas negociaciones entre estrellas y presidentes, aunque hay límite económico a diferencia del fútbol.

Pongamos como ejemplo que un equipo de LaLiga recibe 140 millones en premios este año por ganar la Champions League y la Liga y sus directivos deciden premiar con 20 millones a repartir a partes iguales con toda la plantilla. En la NBA, el sistema establece que los 10,5 millones de dólares que han recibido los Boston Celtics por ganar la competición se repartan entre los jugadores íntegramente, pudiendo no recibir todos el mismo dinero.

Los ‘Orgullosos Verdes’ recibieron este pellizco por ganar el último campeonato a los Dallas Mavericks y decidieron repartir a partes iguales todo el montante entre los 15 jugadores de su plantilla, recibiendo 700.000 de dólares por barba. Este dinero es una minucia para muchos y un gran salto cualitativo para otros.

Jaylen Brown tenía la pasada temporada un sueldo de 47 millones de dólares y este pellizco apenas suponía un 2% de sus ingresos. Para otros, en cambio, era la mitad salario de todo un año, como representaban los casos del pívot suplente Luke Kornett o del alero Sam Hauser, con sueldos que no llegan a los dos millones de dólares.

El sistema al detalle

La NBA establece que un equipo por pasar ronda reciba más o menos dinero dando igual el resultado final de la misma. Da igual que ganes por 4-0 o por 4-3, cobras lo mismo mientras pases a la siguiente fase. Así las cosas, si consigues pasar de primera ronda, la NBA premia a los equipos con un bote de 453.000 dólares que se va acumulando si vas superando fases.

En segunda ronda, el premio son 509.000 adicionales, mientras que por alcanzar las finales de Conferencia te embolsas un extra de 923.000 dólares. Jugar las finales de la NBA es el premio gordo y lo que más dinero da a los equipos. El ganador recibe de golpe y porrazo 8,5 millones de dólares, mientras que el perdedor también se lleva una bolsa de 3,7 millones.

Por cierto, este dinero -un total de 33,6 millones de dólares- sale de las propias franquicias que participan en la postemporada a través de un bote común llamado ‘Player Playoff Pool’ y que cede un porcentajes de los ingresos de la venta de entradas en los ‘Playoff’. La NBA no pone un céntimo porque ya tiene que apoquinar en otros conceptos.

A este dinero que las franquicias regalan a sus jugadores, además de su salario base, se une que la NBA paga un dinero a los 16 equipos clasificados para Play-Offs, dando más en función de su posición en la tabla. Boston Celtics, que fue la franquicia que más partidos ganó en la pasada temporada regular, se llevó 884.000 dólares, aunque este dinero no fue a parar a los jugadores como prima.

El In-Season Tournament desbocado

La NBA inauguró con éxito el In-Season Tournament en la temporada 2023/24, consiguiendo que varias franquicias se implicaran de lleno en conseguir el trofeo. A diferencia de los Play-Offs, la rectora de la mejor liga del mundo de baloncesto sí tuvo que poner el dinero para que los jugadores mostrasen máxima implicación en un evento por el que la ciudad de Las Vegas está pagando un canon muy elevado.

Los Lakers fueron los campeones y cada uno de sus jugadores se llevó a casa un premio de 500.000 dólares por un par de meses de competición. También hubo premios para los finalistas -que se embolsaron 200.000 dólares-, los semifinalistas -recibieron un pellizco de 100.000 dólares- e incluso los cuartofinalistas -quienes se metieron en el bolsillo 50.000 dólares- con un fin de semana incluido en la Ciudad del Pecado.