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Para muchos, empieza a ser la pregunta del millón: ¿cuándo colgará la raqueta el mejor tenista de la historia? Novak Djokovic parece huérfano tras las retiradas de Rafa Nadal, Roger Federer y Andy Murray del circuito de la ATP. De hecho, cada vez más parece un tenista perteneciente a otro tiempo más que a la actual generación.

La última vez que Nole habló de su retirada dio un portazo en toda regla. “En mi interior siento que todavía tengo más Grand Slams por ganar. Lo que todavía me empuja a competir, sobre todo en los Grand Slams, es la sensación de que puedo ser candidato a ganarlo. Y también por mi país. Me encanta jugar la Copa Davis para Serbia”, dijo en una entrevista en La Nación.

Los acontecimientos recientes, sin embargo, dejan claro que Djokovic no tiene capacidad para ganar tan fácil como antes, como demuestra el hecho de que encadena cinco Grand Slams jugados sin ganarlos. Para encontrar una racha tan mala de Djokovic en su carrera deportiva hay que retroceder a 2017, cuando estuvo lesionado.

El objetivo nada fácil

La realidad es que ya estamos en 2025 y Nole sigue empeñado en superar el récord de Margaret Court como la tenista global con más Grand Slams de la historia con 24. Djokovic cuenta con 24 en su palmarés y ya sabe que en tenis masculino su récord está a buen recaudo, tras la retirada de Nadal con 22 en su haber y los 20 de Federer.

Pese a todo, los sacrificios que parece que tendrá que hacer Djokovic para ganar ese Grand Slam que le falta van a ser muy grandes. No sólo es una cuestión de jugar sino de resistir, como se pudo ver en el Open de Australia -donde se tuvo que retirar en semifinales lesionado tras vaciarse en el encuentro anterior-.

Djokovic ya no es ese hombre de goma que llegada a todas las bolas y ni siquiera aquel que podía ser calificado como el mejor restador del circuito. Su nivel está lejos de ser el del gran dominador del circuito y ahora sabe que tiene que bajar al barro para conseguir ese último Grand Slam que le permite pensar en la retirada con tranquilidad.

Saber retirarse a tiempo

Un factor también es que Nole no posee un torneo fetiche, como si tenían Nadal con Roland Garros o Federer con Wimbledon. Se puede decir que el serbio debería ser muy querido en Australia donde ha ganado 10 veces su Grand Slam, pero los pitos recibidos por el público en la última edición y sus problemas con las autoridades sanitarias del país hacen ver que no es un lugar donde esté del todo cómodo.

La realidad es que Djokovic se quedó sin su mayor objetivo después de los Juegos Olímpicos de París, cuando ganó su primera medalla olímpica y de oro en individuales masculinos. El serbio quiere prolongar su carrera en busca de superar el récord de Court, pero sabe perfectamente que está a una derrota importante o una lesión de reenfocar su carrera.

La vida ya le ha enseñado lo crueles que pueden ser las despedidas con el final de Rafa Nadal o Roger Federer jugando muy lejos de su mejor nivel. No sabemos si Djokovic está dispuesto a seguir a cualquier precio, pero sin duda debe tomar nota para una retirada que inexorablemente se acerca y que pondrá fin a una era en el mundo del tenis.