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A todos nos alcanza la edad, incluido a Novak Djokovic. El para muchos mejor tenista de todos los tiempos está viviendo un 2024 en el que se empieza a evidenciar un declive tenístico importante, pese a ganar el oro y romper la maldición en los Juegos Olímpicos de París. El serbio podría acabar esta temporada sin ningún título ATP y fuera del top-10 del ranking, algo que no sucedía desde 2017, cuando se perdió media temporada por lesión.

Peligran las ATP finals

Nole defiende de aquí a final de temporada nada más y nada menos que 2.300 puntos de los 5.560 que en la actualidad posee en el ranking como vigente campeón del Masters 1.000 de París y de las Finales ATP. El tenista sabe que repetir esos éxitos se antoja una misión complicada, habida cuenta de que en este 2024 no ha levantado aún ningún título dentro del circuito.

Djokovic, ya es seguro, se quedará sin ganar un Grand Slam por primera vez desde 2017, dándose una especie de maldición que le persigue cada siete temporadas. Para ver a un Nole sin títulos en ‘Grandes’ antes de esa temporada hay que remontarse a 2010, donde también firmó un año para olvidar ganando apenas tres ATP 500 de menor calado.

Por lo que sea, Djokovic ha sido fiel a su tradición de cada siete años, firmando en este 2024 una temporada muy floja en cuanto a resultados. Muchos sospechan que al serbio ya le ha alcanzado la ‘vejez’ tras no poder revalidar ninguno de los tres Grand Slams que ganó en 2023 y que le sirvieron para encabezar el palmarés histórico con 24 ‘Grandes’, superando los 22 de Rafa Nadal.

Muy difícil retener el top-10

Haciendo cuentas, la realidad es complicada para un Djokovic que deberá regresar por sus fueros para no perder su condición de cabeza de serie en todos los torneos. Esta protección, sin ir más lejos, la ha echado muy en falta Nadal, como demostró en su eliminación en primera ronda de Roland Garros ante el futuro finalista: Alexander Zverev.

Djokovic deberá hacer buenos resultados de aquí a final de temporada porque a día de hoy ni estaría hipotéticamente en las ATP Finals de Turín al ser el noveno clasificado de la temporada, entrando únicamente las ocho mejores raquetas del circuito. El serbio ha conseguido el pase para este torneo ininterrumpidamente desde 2007. Solo se ausentó en 2017 por lesión.

Pero no sólo está la amenaza de quedarse fuera de la ATP Finals por falta de resultados, también está muy vigente que pueda salir del top-10. El búlgaro Grigor Dimitrov cierra en la actualidad esos puestos de privilegio presentando 3.965 puntos. A poco que Djokovic tenga un mal día en el Masters 1.000 de París, podría verse abocado a un ranking sin protección para la próxima temporada.

Las resurrecciones de Nole

La tendencia que anteriormente hablábamos de cada siete años con fracaso tienen también una cara B. Al año siguiente de esos 2010 o 2017 para olvidar, Djokovic consiguió regresar con más fuerza que nunca. En 2011, el tenista serbio consiguió ganar tres de los cuatro Grand Slam, escapándose únicamente Roland Garros.

En 2018, por otra parte, Djokovic terminó ganando Wimbledon y el US Open siendo esta temporada el principio de una hegemonía durante un lustro que le elevó hasta sus actuales 24 Grand Slams. ¿Será el 2025 el año del ‘Last Dance’ de Novak o se confirmará su declive? ¿Empezará ganando en Australia? Los síntomas están ahí, pero también sus antecedentes. Lo que es seguro es que su ranking peligra.