El atletismo mundial vive un nuevo cisma con las liebres luminosas
La tecnología aparece en el atletismo para marcar, en directo y durante una carrera, el ritmo del récord del mundo de la disciplina.

Juego Seguro. +18 Juega con responsabilidad.
Cada día que pasa, la tecnología está más presente en el mundo del atletismo, facilitando la labor de muchos deportistas para batir récords. Las zapatillas, la ropa e incluso la alimentación han sido algunos de los temas controvertidos en los últimos años al dar una evidente ventaja competitiva a muchos atletas en pos de mejorar las marcas históricas.
La última vuelta de tuerca del atletismo ha venido por la incursión de las liebres luminosas en el último campeonato de Europa en pista cubierta. Los organizadores del evento continental, disputado en Apeldoorn, aseguraron que la incursión de las señales luminosas para marcar el ritmo de un récord mundial era en pos del entretenimiento y no para ayudar a los competidores.
Las dudas, sin embargo, parecen más que razonables al servir esta señales luminosas de referencia para unos atletas que lo tienen mucho más fácil al seguir un punto de referencia. La fatiga psicológica e incluso física puede llegar a ser menor siguiendo esta ‘wavelight’, el término anglosajón que se le aplica.
Muchas críticas
Muchos exatletas se han echado las manos a la cabeza con una ocurrencia que años atrás fue vetada y que ahora ha regresado a la primera línea de la actualidad. “¿De verdad el aficionado quiere esto?”, se preguntó el explusmarquista mundial de los 200 y 400 metros lisos, Michael Johnson, tras ver cómo en Europa se volvía a implementar este método.
La principal duda reside en si se implementará esta nueva medida en los Mundiales de Atletismo de 2025, que se celebrarán en Tokio. La división existente hace que todas las miradas se fijen en un Sebastian Coe -máximo responsable del atletismo mundial- y actual aspirante a presidir el Comité Olímpico Internacional. De ganar el británico las elecciones a suceder a Thomas Bach, sería un hecho la entrada de esta tecnología... por mucho que no guste a los exatletas.
Otras innovaciones que no fueron bien
No es la primera vez que el atletismo intenta modernizarse en los últimos años. El año pasado se propuso eliminar la plastilina que delimita los nulos en los saltos de longitud para hacer una zona de batida que permitiese directamente a los atletas saltar todo lo que pudiesen y eliminando los saltos inválidos. Las críticas no se hicieron esperar tampoco en este caso.
El atletismo, que no deja de ser el deporte más seguido en los Juegos Olímpicos, busca la manera de ser seguido con más frecuencia que de cuatro en cuatro años. Una opción es, sin duda, que haya récords de forma más regular, pero también está el inconveniente de que los atletas empiecen a regularse y batirlos a su antojo como pasa en pértiga con un Mondo Duplantis que puede saltar mucho más alto de lo que hace y que parece que va batiendo el récord del mundo centímetro a centímetro para llevarse cuantiosos premios.
La rivalidad
El deporte con más practicantes del mundo, además, vive un cisma desde 2024, cuando la Golden League -organizada por la Federación Internacional de Atletismo (IAFF)- se encontró con que le iban a hacer la competencia con la irrupción de la Grand Slam Track. Esta competición, organizada en territorio estadounidense, tiene como alicientes unos mejores premios que su antecesora y que permitirá a los atletas lucir cualquier publicidad en sus prendas. Además, es una especie de Superliga puesto que está limitada a 98 atletas, la élite mundial.
El atletismo vive tiempos muy convulsos, con todo el mundo buscando una notoriedad para que este deporte -que tiene millones de practicantes- tenga también la misma audiencia todas las semanas. Las liebres luminosas, que por cierto no se usan en la natación, pueden ser el principio de algo todavía más alocado, después de que se hayan planteado carreras contra hologramas en las pruebas de altísima velocidad. Usain Bolt podría ser reencarnado.
Rellene su nombre y apellidos para comentar
Tu opinión se publicará con nombres y apellidos