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BALONCESTO

El conflicto Euroliga-FIBA como espejo para la Superliga

En el año 2000, el baloncesto dejó de estar gestionado por la Federación Internacional para pasar a manos de los clubes.

El conflicto Euroliga-FIBA como espejo para la Superliga

El fútbol europeo vive en estos momentos un conflicto que otros deportes ya han sufrido en el pasado. El más crudo que se recuerda en este sentido fue el que protagonizaron la FIBA (Federación Internacional de Baloncesto) y la Euroliga por el control de las grandes competiciones de baloncesto de Europa.

Es inevitable ver un reflejo del duelo que viven en la actualidad la UEFA y la Superliga.

Vayamos a los hechos. Algunos clubes estaban hastiados de la FIBA y sus interminables tentáculos en la Copa de Europa y decidieron crear una competición al margen de la Federación llamándola Euroliga, sobrenombre con el que se había conocido a la Copa de Europa desde 1996.

La marca, al no ser haber sido registrada por la FIBA, se la quedaron los clubes rebeldes en un movimiento maestro que les concedió mucha notoriedad.

Así las cosas, la temporada 2000/01 se inició con dos ‘Champions’. Por un lado, estuvo la SuproLeague FIBA compuesta por los equipos griegos, rusos y turcos con cabezas visibles como Panathinaikos, Maccabi, CSKA Moscú y Anadolu Efes; mientras que la Euroliga la apoyaron equipos españoles e italianos como Kinder Bolonia, Real Madrid, FC Barcelona, Baskonia o Benetton de Treviso.

Como curiosidad, podemos apuntar que los equipos rebeldes de la Euroliga guardan ciertos paralelismos con los de la Superliga al ser los cabecillas clubes españoles e italianos. Hay que recordar que la ‘rebelión’ actual la lideran Real Madrid, FC Barcelona, Juventus o Nápoles.

La Euroliga ganó el pulso

Volviendo al basket, podemos decir que aquella temporada fue una auténtica guerra de guerrillas. La SuproLeague tuvo una Final Four como ocurre en la actualidad a la que llegó un cartelón compuesto por Maccabi, Panathinaikos, CSKA y Anadolu Efes... coronándose el primero de los equipos mencionados.

En la Euroliga, el campeón fue un Kinder de Bolonia que ganó en la final por 3-2 al Baskonia. Las finales de la competición fueron las más largas de la historia empezando el 17 de abril y concluyendo el 10 de mayo. Pese a ese formato contranatura, la competición de nuevo cuño consiguió un mayor seguimiento que la organizada por la FIBA.

La Federación Internacional decidió sentarse a negociar un acuerdo ese mismo verano de 2001 al ver que era imposible que ambas competiciones conviviesen en el tiempo. La FIBA finalmente terminó por ceder al ver que muchos de sus fieles les amenazaron con marcharse a la Euroliga ante unas condiciones económicas más ventajosas en la Euroliga.

El final del partido

Así las cosas, el panorama del baloncesto europeo dio un giro de 180 grados. La FIBA se quedaría únicamente con las competiciones de equipos nacionales -EuroBasket, Mundial y Juegos Olímpicos-, mientras que la Euroliga se hizo cargo de las competiciones de clubes profesionales europeos.

Además, la Copa Korac y la Copa Saporta -ambas organizadas por FIBA- duraron sólo una temporada más después de que la Euroliga lanzase la Copa ULEB, actualmente conocida como la Eurocup.

La FIBA ha intentado recuperar poco a poco algo de peso en las competiciones de clubes desde que en 2015 creó la Basketball Champions League.

Dicha competición empezó siendo la tercera en importancia y ahora ha alcanzado el segundo puesto en cuanto a la calidad de sus representantes. El fútbol puede tomar nota de estas enseñanzas.

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