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La nueva Champions League arrancó esta pasada semana con varias sorpresas. El Stade Brestois, un club de lo más modesto de Francia, debutó en la competición venciendo al campeón de la Bundesliga austriaca, el Sturm Graz (por 2-1), completando una hazaña pocas veces vistas en el mundo del fútbol y menos en el siglo XXI.

Este modesto club de Bretaña jugaba hace dos décadas en la Ligue 3, o lo que es lo mismo, la Tercera División francesa. Ya saben lo complicado que es salir de esos agujeros, pero el club lo consiguió gracias a un chico que apuntaba maneras de estrella. Su nombre era el de Franck Ribery y dos años después toda España le recordaría como el verdugo de los nuestros en el Mundial de Alemania 2006.

‘Scarface’ puso la primera piedra de lo que es hoy día este Stade Brestois, ascendiéndoles en 2004 a la Ligue 2 y siendo inmediatamente fichado por el Metz de la Ligue 1. Así arrancó la espectacular trayectoria que le llevó a ganar multitud de títulos con el Bayern de Múnich y hasta terminar en el podio del Balón de Oro 2013.

La irrupción

El Stade Brestois, que seguro irá sonando a los aficionados al fútbol español al ser rival en esta Champions tanto de Real Madrid como Barça, estuvo años deambulando por la división de plata hasta que en 2019 logró el ansiado regreso a una Ligue 1 en la que no habían comparecido desde los años 90, cuando lograron su mejor puesto hasta la fecha con un undécimo puesto.

El club consiguió mantenerse con muchísimo esfuerzo en la máxima categoría, evitando el descenso casi siempre en las últimas jornadas. El año pasado, sin embargo, el club sorprendió a propios y extraños, alcanzando un inesperado tercer puesto en la competición consiguiendo su acceso a la Champions League.

Problemas con la UEFA

Conocido en Francia como ‘El equipo pirata’, el club ha pasado por multitud de dificultades para poder jugar en la máxima competición europea. La UEFA vetó su estadio -el Francis-Le Blé- por ser pequeño y no cumplir con los preceptos de la competición, obligándoles a mudarse a otro campo que se amolde a las peticiones de la organización.

Tras muchas deliberaciones en las que hasta el gobierno regional ha tenido que intervenir, finalmente la ciudad Guingamp -con el estadio de Roudourou- se haría cargo de albergar los partidos de Champions League. Ambos clubes mantienen una rivalidad muy cerrada, aunque curiosamente los nuevos ‘caseros’ del Stade Brestois ahora están en Ligue 2, viendo cómo su eterno enemigo está disfrutando de sus instalaciones.

El Real Madrid les visitará

No deja de ser anecdótico que los aficionados del Stade Brestois tengan que desplazarse 120 kilómetros por carretera para ver a su equipo y a un campo que odian, pero la UEFA es así de caprichosa. Muchos podrían pensar que los aficionados pasarían de ir a Roudourou, pero las 18.500 almas desplazadas desde Brest a Guingamp se movieron para presenciar un momento histórico que además terminó en victoria.

El Real Madrid visitará este campo en la última jornada de la fase de liga de la nueva Champions (29 de enero de 2025). Los blancos, a buen seguro, culminarán el cuento de hadas de un equipo que hace no mucho tiempo estaba en Tercera División y jugando con un jovencísimo Ribery como estrella.