Bronny James será uno de los grandes protagonistas de la próxima temporada en la NCAA. El hijo de LeBron jugará un año en University of Southern California (USC), conocido como los Trojans, antes de presentarse al Draft con la intención de salir en primera ronda y reunirse con su padre en la NBA. Sobre el papel ese es el plan, aunque la realidad quizá sea un poco más complicada.

Los pronósticos más optimistas, ofrecidos por la ESPN, sitúan al hijo de ‘El Elegido’ en el puesto número 17 del sorteo de jóvenes estrellas. Esos son los que mejor le sitúan; los que peor, le tiran hasta el número 44, como ha augurado The Sporting News. Todos los informes coinciden en qué no se sabe aún de qué juega Bronny.

LeBron reaccionó en su cuenta de Instagram a los que le ponen más arriba con un comentario irónico. “Bueno, pues en Atlanta nos reuniremos”, dijo con unas caras llorando de la risa. Los Hawks están pronosticados para escoger en el número 17 del Draft la próxima temporada según las quinielas.

El hecho que no ha ocultado LeBron es que quiere jugar en el mismo equipo que su hijo en la próxima temporada, poniendo en tela de juicio si seguirá en los Lakers. Quizá este hecho haga muy atractiva para algunas franquicias su elección sabiendo que James fichará para encontrarse con su primogénito. Los angelinos, también, podrían intentar hacer un traspaso en busca de conseguir a Bronny, aunque saben que les podrían pedir una barbaridad.

La universidad de Bronny

El joven, de apenas 18 años, no ha aterrizado en una universidad con mucho prestigio en cuanto a resultados. Los Trojans nunca han ganado la NCAA y únicamente han aparecido en dos Final Four por el título, aunque fue en 1940 y 1954. Su mejor resultado reciente, sin embargo, da un leve atisbo de esperanza tras alcanzar en 2021 un puesto entre los ocho mejores de la competición.

Bronny jugará en un equipo donde tiene retirada su camiseta el seis veces All-Star DeMar DeRozan como gran referencia. USC, aparte del mencionado jugador de los Bulls, no ha sacado grandes estrellas a lo largo de este siglo, aunque sí varios jugadores válidos de NBA como Taj Gibson, OJ Mayo o Nikola Vucevic.

Al igual que su padre, Bronny es un privilegiado físico que ha demostrado su enorme poderío jugando como base/escolta en la escuela de Sierra Canyon School. 12 centímetros más pequeño que LeBron, el primogénito de James guarda ciertas similitudes con bases del estilo Ja Morant o Russell Westbrook, siendo su punto débil el tiro de larga distancia.

Los problemas que puede tener

Esa carencia, que también tuvo su padre al principio de su carrera y que corrigió con entrenamiento, le hace bajar puntos en una NBA cada vez más estricta en cuanto a tiradores. Bronny sí que posee una enorme capacidad para penetrar a canasta y un magnífico manejo del balón para conseguir ventajas para sus rivales. Esos atributos los tendrá que pulir de cara al futuro cuando se defina todavía su posición en el campo.

Sus promedios del último año de Instituto fueron de 14 puntos, 5.5 rebotes, 2.9 asistencias y 1.8 robos, lo que nos da a entender que tiene muchas cosas que mejorar especialmente en el pase. Seguro que su padrino Chris Paul le enseñará este verano algunos trucos para subir el promedio de asistencias en la exigente NCAA.

Bronny James acaparará muchos focos esta temporada con algunos de sus partidos televisados a nivel nacional. Veremos si el hijo de LeBron es capaz de aguantar la presión y esquivar el ‘sanbenito’ del fracaso de los hijos de otras leyendas que no llegaron a nada. Los primogénitos de Michael Jordan, Shaquille O’Neal o Scottie Pippen se quedaron como meras promesas universitarias en el camino.

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