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Claudio Ranieri es un romántico. El técnico anunció el pasado verano que colgaba el chándal, pero una llamada le ha hecho cambiar de opinión. No era un ofrecimiento cualquiera, sino el de los club de sus amores. La peligrosa deriva que estaba tomando la Roma, con dos entrenadores en 12 jornadas de Serie A, requería un remedio severo.

Nacido en Roma, Ranieri debutó en el fútbol profesional con la camiseta Giallorossi en el Calcio en 1973 y nunca ha ocultado que es un ferviente seguidor del equipo, negándose en múltiples ocasiones a entrenar a la Lazio. Dan Friedkin, el dueño americano del equipo desde 2020, ha escuchado la voz del pueblo y se ha decantado por un perfil que por encima de todo venera al club.

A sus 73 años, es posible que sus ideas no sean las más modernas, pero cuenta con una dilatada experiencia que será muy valiosa para sacar al club del lío en el que anda metido tras rozar la Champions la última temporada. El técnico se ha convertido en el más veterano en activo de las Grandes Ligas de Europa.

Hasta la pasada temporada, Roy Hodson era el entrenador más mayor este ranking dirigiendo al Crystal Palace con 76 años. El británico lo dejó en febrero de 2024, después de sentirse indispuesto durante un entrenamiento y terminar siendo ingresado en el hospital durante algunos días.

La varita mágica

Claudio es conocido por ser un entrenador milagro, habiendo llevado a muchos proyectos medianos a cotas impensables y además es una leyenda al contar con títulos en cuatro países diferentes. Quizá su obra maestra fue ganar la Premier League con el Leicester 2016, pero hay muchos milagros más en la carrera de un técnico que empezó en 1987 con la pizarra.

Un dato llamativo es que cuando Ranieri empezó a entrenar ningún integrante de la actual plantilla de la Roma había nacido. El técnico comenzó en el Vigor Lamezia Calcio, pero su primer momentazo llegó al frente de la Fiorentina. Subió al club ‘viola’ de la Serie B a la A ganando el título. Posteriormente se aupó con una Copa y una Supercopa en cuatro años.

Esos éxitos le llevaron al fútbol español en 1997, teniendo una de cal y una de arena. Ganó la Copa del Rey y la Intertoto con el Valencia, pero estuvo en la temporada del descenso del Atlético a Segunda División, dirigiendo las primeras 26 jornadas del club colchonero.

Claudio apareció en la Premier League hacia el año 2000, dirigiendo a un Chelsea sobre el que puso las primeras piedras de su modernización y llevándoles a sus primeras semifinales de Champions League en 2004. El italiano pasaría por Valencia otra vez, Parma y Juventus... hasta que en 2009 fue finalmente contratado por el club de sus amores.

Por fin en casa

La Roma le dio las llaves del barco tras destituir a Luciano Spalletti en la segunda jornada de la Serie A. Claudio revolucionó el equipo hasta tal punto que lo puso líder del campeonato y hasta llegó a tener opciones de título, perdiéndolo en la última jornada ante el Inter de Jose Mourinho. Este amor se acabaría la temporada siguiente, tras un suceso extraño en el que su equipo ganaba por 3-0 al Genoa y terminó perdiendo por 3-4. Dimitió tras aquello, aduciendo falta de energías.

Ranieri pasaría por Inter, Mónaco, la selección de Grecia, Leicester y Nantes hasta nuevamente regresar a Roma en 2019 para meter al equipo en competiciones europeas, tras un periodo igual de convulso que el actual. Claudio no paró y siguió entrenando a la Sampdoria, al Watford y finalmente a un Cagliari al que dejó en la Serie A, anunciando su retirada el 21 de mayo de 2024.

Poco le ha durado el descanso al bueno del italiano, quien ahora regresa con la misión de encauzar a una Roma que ha estado perdida en los últimos meses. Ni el excapitán Daniele de Rossi ni el croata Ivan Juric han conseguido estar a la altura de su antecesor, un Jose Mourinho que ya predijo la maldición que le vendría al equipo si le echaban. Claudio, sin embargo, si se algo sabe es de darle la vuelta a la tortilla.