FÓRMULA 1
El regreso silencioso de Toyota a la Fórmula 1
Los japoneses fracasaron en la década de los 2000 y ahora están pensando en regresar a la categoría más vistosa del mundo del motor.
Juego Seguro. +18 Juega con responsabilidad.
Toyota ha sido recientemente ganadora de las 24 horas de Le Mans y del Rally Dakar. Estos hechos le han dado visibilidad en el mundo de las carreras, pero no han conseguido todo el protagonismo que anhelaban entre el gran público. La Fórmula 1 sigue teniendo el foco principal del motor y al fabricante más grande de Japón no le está quedando más remedio que pensar en regresar al ‘Gran Circo’.
El trauma que sufrió esta marca dejó heridas todavía visibles. Hicieron el túnel del viento más moderno del mundo en Colonia, gastaron millones y millones en proyectos y pilotos... pero no fueron capaces de dganar una carrera en las ocho temporadas en las que estuvieron en Fórmula 1. Toyota tuvo un agujero del que no consiguieron salir en mucho tiempo, teniendo que hacer despidos y todo tipo de ajustes.
Los nipones ahora se plantean volver al ‘Gran Circo’, pero de forma mucho más cauta y contenida que antes. Toyota ha visto como la competencia y grandes fabricantes como Ford o Volkswagen ya están subidos en la Fórmula 1 que arranca en 2026 y ellos aspiran a tener un trozo del nuevo pastel que habrá con los principales motoristas del mundo implicados.
El acuerdo con Haas
Toyota está en conversaciones con el equipo Haas para hacer de motorista a partir de 2031 y ya han colocado en el equipo a su caballo de Troya, el japonés Ayao Komatsu. Este directivo sustituyó como cabeza de la escudería el pasado mes de enero al histórico Guenther Steiner, quien había dirigido los designios del equipo desde su entrada en la Fórmula 1 en 2016.
Los japoneses no se van a tirar a la piscina sin agua y van a trabajar como socios técnicos de Haas. La Fórmula 1 no tiene ningún interés en aumentar en número los equipos en la parrilla por mucho que Toyota pueda querer a largo plazo querer su propio equipo, mientras que su actual compinche tampoco parece muy motivado para vender.
Toyota, además, sabe que heredaría el compromiso de Haas con el motorista Ferrari. Los italianos pactaron con ellos darles sus propulsores hasta el año 2031, año en que probablemente los nipones tengan la suficiente información para saber si lanzarse de nuevo a los brazos de la Fórmula 1. Romper ese acuerdo es caro y costoso, y Toyota lo último que quiere hacer es gastar en balde.
Consulta la previa del GP de F1 de Brasil.
El Nano como asesor
Fernando Alonso será uno de los que esté especialmente pendiente de un fabricante que le trató como a un hijo cuando se tomó un descanso en la Fórmula 1. El asturiano corrió con ellos el Mundial de Resistencia y el Rally Dakar, obteniendo una enorme notoriedad y unos resultados espectaculares en forma de victorias.
Toyota, a buen seguro, querrá conocer de primera mano la opinión de un asturiano que ha prometido que, si algún día vuelve al desierto del Dakar o corre en el mundo de los rallys o en la Nascar, lo hará de la mano de estos japoneses. El piloto español y la marca se hicieron uña y carne, aunque ahora mismo parece descartado que compartan destino en Fórmula 1, salvo que se convierta en director deportivo.
Lo que es evidente es que Toyota se ha dado cuenta, al igual que el resto de grandes marcas de superventas, que hay que estar en la Fórmula 1. El negocio gestionado por Liberty Media podría conseguir una alineación de ensueño en 2031 con Ferrari, Mercedes, Honda, Ford, Volkswagen y Toyota como sus suministradores de motores.