Tanto España como Inglaterra afrontan territorio desconocido. Ninguna de las dos selecciones se había clasificado jamás para una final mundialista y ahora tienen por delante un enorme desafío: ganar en su primera aparición.

La montaña rusa que ha vivido la Selección Española en los últimos meses no hacía presagiar demasiado éxito en esta Copa del Mundo, la tercera que disputan nuestras chicas, pero este domingo tendrán la oportunidad de lograr algo bastante exótico en la historia del torneo.

Japón, el reflejo de lo que busca España

El combinado asiático ha estado muy presente en la aventura de La Roja por Australia y Nueva Zelanda. Fue el último rival en la fase de grupos y se llevó los tres puntos de manera incontestable tras vencer por 4-0, lo que permitió a las niponas pasar como primeras. Sin embargo, cayeron eliminadas en cuartos de final ante Suecia, posterior víctima de España.

Hace doce años, la selección japonesa disputó su primera final en un Mundial Femenino. La rival, nada más y nada menos que Estados Unidos, bicampeona por aquel entonces. En el tiempo reglamentario, el partido quedó con empate a dos, lo que obligó a resolver la lucha por el título desde el punto de penalti. Ahí, Japón se impuso por 3-1.

Cuatro años más tarde, ambos países reeditaron la final y las americanas ganaron por 5-2 en un partido en el que gozaban de cuatro goles de diferencia a los dieciséis minutos.

Si dejamos a un lado la final de 1991, primera edición del torneo, solo Japón ha logrado levantar el trofeo dorado en su primera final de una Copa del Mundo.

Siete finales con países debutantes

Además de la primera, donde es ineludible que ambos países sean novatos, existen otras seis finales en las que una de las dos selecciones estaba estrenándose en esas instancias.

Como mencionamos anteriormente, solo Japón fue capaz de elevar al cielo la Copa del Mundo, mientras que el resto se quedó a las puertas. China, que perdió en los penaltis ante Estados Unidos en 1999, fue la que más cerca estuvo.

No tenemos que ir muy lejos para encontrar el último ejemplo. En 2019, Países Bajos se convirtió en finalista en su segunda participación, pero fue inferior a Estados Unidos y terminó cediendo por 2-0.

Así finalizaron todas las finales de la historia de los Mundiales Femeninos con, al menos, una selección que llegaba por primera vez:

Solo falta la de 2015, cuando Estados Unidos se impuso a Japón por 5-2.

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