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Ferrari siempre tiende a fichar pilotos que son campeones del mundo. Sebastian Vettel ya había ganado cuatro Mundiales cuando se estrenó con el Cavallino Rampante, Michael Schumacher venía de ganar dos con Bennetton, mientras que Fernando Alonso ya tenía en su palmarés dos títulos con Renault como ejemplos más claros.

El aterrizaje de Lewis Hamilton atiende a la política que siempre ha tenido la marca italiana de fichar a los mejores, cueste lo que cueste. En el caso del inglés, se dan varias circunstancias que convierten el reto muy atractivo para las dos partes, empezando por el hecho de que Ferrari vive su sequía más larga sin ganar un Mundial de Fórmula 1: ¡18 temporadas!

Kimi Raikkonen fue el último en ganar vestido de rojo en 2007, precisamente frente a Lewis Hamilton y Fernando Alonso, en una temporada todavía recordada por los incidentes internos en McLaren. El finlandés se aprovechó de las ‘aguas revueltas’ dentro de las Flechas Plateadas para dar a Ferrari su último título hasta la fecha.

Un coche ganador

Ha llovido muchísimo desde entonces, pero los italianos parecen estar en su mejor momento de cara a 2025. Tanto Charles Leclerc como Carlos Sainz ganaron en 2024 y el equipo luchó por el campeonato de constructores hasta la última carrera, terminando con el título honorífico de escudería ‘más en forma’ del Gran Circo. Además, es el año del 75 aniversario de la Fórmula 1 y eso son palabras mayores para empujar hacia un año legendario.

El aterrizaje de Lewis Hamilton hará que muchas cosas cambien en Ferrari, empezando por el liderazgo del equipo. Charles Leclerc es consciente de que el piloto de 40 años tiene muchísima experiencia y que los focos estarán sobre él por el triple reto que quiere conseguir antes de retirarse.

Los retos de Hamilton

El primero que aparece en la lista es conseguir el octavo título mundial que le elevaría en solitario como el piloto más laureado de la historia. Actualmente Hamilton está empatado a siete mundiales con Michael Schumacher y, ganar el octavo con Ferrari, haría que su legado fuese indiscutible como el mejor de la historia.

El inglés tiene ante sí también la opción de convertirse en el segundo piloto de la historia -después de Juan Manuel Fangio en los 50- en ganar el Mundial con tres constructores diferentes, tras ganar una corona con McLaren y seis con Mercedes. Nadie después del genial argentino ha conseguido ganar campeonatos con tres coches distintos, algo que le encumbraría en los cielos.

Y finalmente, pero ni mucho menos importante, el reto de ser el primero en este siglo en ganar una carrera y un Mundial a la edad de 40 años. Hamilton asume que conseguir un título mundial como Fangio hizo en 1957 a los 46 años es imposible, pero sí tiene la posibilidad de ser el más exitoso entre los longevos en una batalla en la que también está Fernando Alonso.

Con todos estos retos por delante y la publicidad que Ferrari puede darle, Hamilton afronta una temporada en la que puede recuperar esa motivación que parecía agotada en Mercedes. En esta ocasión, el siete veces campeón del mundo no se podrá quejar de tener un coche poco competitivo después de que la Scuderia cosechase cinco victorias y 17 podios más en 2024.