Pecco Bagnaia va en busca de su segunda corona en MotoGP. Jorge Martín quiere la primera. Ambos son los líderes del Mundial de pilotos y pelean por un título que difícilmente tendrá otros actores en la ecuación tras los decepcionantes inicios de temporada de Marc Márquez y Fabio Quartararo.

Resulta curioso que ambos se vean en esta tesitura después de haber coincidido dos temporadas en uno de los peores equipos de la historia de Moto3. Los dos estuvieron en 2015 y 2016 pilotando una moto de sello hindú llamada Mahindra, a las órdenes de un mito como Jorge Martínez Aspar. Aquella horrible montura -con la que hicieron podios a pesar de los pesares- les unió como hermanos.

En el paddock eran conocidos por sus mecánicos como ‘Chip y Chop’ y hasta compartían habitación en los hoteles de los circuitos porque no había presupuesto en Moto3. “No es muy normal que dos pilotos muy buenos se lleven muy bien. Pero en el caso de ellos la relación era excelente dentro y fuera de la pista”, aseguraba en su momento un Jorge Martínez Aspar que los vio hacer milagros en la categoría de bronce.

Sus caminos se separaron en 2017, con Pecco ascendiendo a Moto2 y Jorge quedándose en la categoría de bronce. Ambos ganaron el mismo día -en Valencia- los títulos de Moto2 y Moto3 en 2018, anticipando el duelo que ahora se vive en MotoGP. Por supuesto, ambos se fueron de fiesta a celebrar aquella noche sendos títulos que no habrían llegado de no haber compartido vestuario.

“Aprendí mucho de Jorge y él supongo que lo mismo de mí. Es un piloto rapidísimo al que no le puedes dar un metro”, dijo Bagnaia en una entrevista reciente, cuando ya se han puesto las cartas sobre la mesa en el Mundial de los ‘mayores’. “Antes éramos mucho más cercanos, pero ahora está en el rancho con Valentino y entiendo que no podamos tener la relación de antes. El respeto, sin embargo, nunca lo vamos a perder”, anticipa Martín.

El hecho es que los dos están viendo cumplido su sueño de poder luchar por grandes cosas en un Mundial en el que aterrizaron en la peor moto posible. “Aquellos podios que conseguimos en la Mahindra fueron una locura. Era de largo la peor moto, pero aún así supimos sacarle más jugo que nadie”, añade Bagnaia. La marca abandonó su participación en Moto3 al año siguiente de zarpar los dos pilotos, tras unos resultados nefastos.

Pueden volver a reunirse

Martín, que fue el decimosegundo español en ganar en MotoGP, sabe que juega con las cartas marcadas en este desafío que plantea contra Bagnaia. Ducati es italiana y su piloto fetiche es el bueno de Pecco. De hecho, la otra plaza del equipo oficial en el que pilota Bagnaia y que está en poder de un Enea Bastianini muy cuestionado por sus malos resultados.

Y eso que Pecco empujó el año pasado para traer a su excompañero al mismo box, previendo que con Bastianini las cosas no iban a ir nada bien. Los dos italianos pasan ahora por un momento muy frío en su relación. Bagnaia está que se sale, mientras su compañero es incapaz de adaptarse a la Ducati oficial, siendo actualmente el decimoctavo del campeonato.

Quizá la raíz de esta relación no tan buena entre italianos sea que Bagnaia es el alumno aventajado del rancho de Valentino Rossi, donde entrenan algunas de las estrellas de MotoGP, mientras que Bastianini siempre rechazó sistemáticamente ir allí a mejorar. Puede que al bueno de Enea no le motive en exceso el compadreo que hay, pero tampoco es menos cierto que como no espabile Martín puede volver a reunirse con su amigo Pecco.

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