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El Mundial de MotoGP 2024 ha dejado historias maravillosas. Jorge Martín como campeón del mundo, el resurgir de Marc Márquez de sus cenizas, la retirada por todo lo alto de Aleix Espargaró... y también algunos pasajes tristes como el hundimiento de Honda, hasta convertirse en un meme. Los japoneses son el peor constructor de parrilla y los dos equipos a los que equipan los últimos de la clasificación.

La joya de la corona, el histórico equipo HRC-Repsol, ha terminado la temporada con un total de 35 puntos. El equipo ha tocado fondo con un rendimiento totalmente deplorable durante toda la temporada, con su piloto estrella Joan Mir siendo el que más se ha caído durante el año. El campeón del mundo de 2020 se ha ido al suelo en 10 de las 19 carreras de esta temporada.

El piloto catalán, al menos, se llevó el honor de cosechar el mejor puesto de la temporada para el equipo consiguiendo un undécimo puesto en el Gran Premio de Emilia-Romaña. Su compañero Luca Marini se cayó menos, pero que quedó sin entrar en los puntos en 10 carreras de la temporada cosechando un total de 14 puntos por los 21 de Joan Mir.

Hay consecuencias

Estos resultados han hecho que Repsol rompiese su histórico matrimonio con Honda que se remontaba a los años 90 y que ya estaba en peligro desde la salida de Marc Márquez a finales de 2023. El ilerdense se divorció de su equipo de toda la vida en busca de una oportunidad más por ganar el Mundial, y está claro que su decisión fue acertada habida cuenta de que Honda no está ni se le espera.

Tan desastroso ha sido el resultado de HRC-Repsol que el equipo satélite les ha ganado en el Mundial. Los chicos del LCR dirigido por Lucio Cecchinello han cosechado un total de 86 puntos en esta temporada, duplicando ampliamente el rendimiento del equipo oficial. La clave ha residido en la profesionalidad de un veterano como Johann Zarco, que ha sacado 55 puntos siendo el que mejor ha entendido a la Honda.

La moto ha sido descrita por los pilotos como nerviosa, inestable e impredecible durante toda la temporada y los resultados indican que ese ha sido el principal problema. El equipo, que llegó tarde a las evoluciones aerodinámicas que se empezaron a aceptar en MotoGP en 2019, ha metido todo tipo de alerones al tuntún provocando que su montura sea un peligro.

Una continuidad en duda

A Honda le han puesto la cara especialmente colorada en un Mundial de Fabricantes donde ha sido el quinto y último de la parrilla. Ducati, con 722 puntos, ha encabezado una clasificación en la que le han seguido KTM, Aprilia y Yamaha. Quizá lo más doloroso para los japoneses resida en que sus principales competidores -Yamaha- sí hayan encontrado la solución a sus problemas para volver a ser competitivos.

En el paddock empieza a haber un rumor cada vez más ruidoso sobre la continuidad de Honda en MotoGP. El fabricante ya hizo lo propio en la Fórmula 1 tras su infructuosa aventura con McLaren en 2015 (aunque luego recuperaron la credibilidad con Red Bull) y podrían hacer una ‘despedida a la francesa’.

No sería la primera vez que un fabricante japonés cambia de la noche a la mañana de parecer. El equipo Suzuki abandonó MotoGP al final de 2022 ganando la última carrera de la temporada con Alex Rins como protagonista. Los japoneses no veían viable la competición y desmontaron su estructura en poco menos de tres meses.

Honda está ahora sin patrocinadores, con el prestigio por los suelos y con ningún piloto de renombre queriendo llevar su máquina. No sería descartable que en Japón tirasen la toalla para regresar a MotoGP dentro de unos años, como ya hizo en su momento un equipo Aprilia que a día de hoy es uno de los más pujantes y que acogerá al vigente campeón Jorge Martín en 2025.