“Hoy te quiero más que ayer, pero no menos que mañana”: el amor de Curry con los Warriors
El base de los Warriors cumple su decimoséptima temporada en la franquicia de la Bahía de San Francisco y sigue batiendo todo tipo de récords.

Juego Seguro. +18 Juega con responsabilidad.
Stephen Curry es un jugador irrepetible en la historia de la NBA. Culpa suya es que el concepto clásico del baloncesto haya cambiado diametralmente y ahora anotar un triple desde más de 10 metros sea una rutina en cada encuentro. El base es el mejor tirador de la historia al ser el jugador con más lanzamientos de tres puntos anotados en la NBA.
Cuatro títulos de la NBA, dos MVP’s, dos veces máximo anotador o 11 veces All-Star son algunos de los méritos de un jugador que le discute el trono a Magic Johnson como el mejor base de todos los tiempos. A sus 37 años, Curry ha ingresado esta temporada en el club de los jugadores más fieles, siendo uno de los diez que ha permanecido en la misma franquicia, los Golden State, durante 17 temporadas.
Drafteado en el puesto número siete del Draft de 2009, Curry pertenece a una promoción sensacional con All-Stars como James Harden, Blake Griffin o DeMar DeRozan. El base tuvo gasolina para motivarse al ver cómo tres bases salían por delante de él: Tyreke Evans, Ricky Rubio y Johhny Flynn. Cualquier que hubiese apostado a la superestrella que luego saldría le habrían tachado de loco.
Un inicio complicado
Porque lo cierto es que la carrera de Curry en los Warriors tardó en arrancar, tras vivir un tormento con las lesiones que desembocó en una tercera temporada donde apenas disputó 26 partidos, tocando fondo con un promedio de 14,7 puntos. El base se sometió a varias cirugías para arreglar sus maltrechos tobillos y rompió en el jugador que todos conocemos con la ayuda de un Steve Kerr que le pidió que tirase todos los triples que quisiera y desde la distancia que le gustara.
Curry rompió todo tipo de récords, como el de convertirse en el primer base desde Oscar Robertson en ser el máximo anotador de la NBA. ‘Big O’ lo consiguió en la temporada 1967/68 defendiendo la camiseta de Cincinnati, mientras que Stephen lo haría en la temporada 2015/16, promediando 30,1 puntos por encuentro. Repetiría la hazaña en la temporada 2020/21 con 32 puntos por noche.
Como es evidente, los Warriors jamás se han planteado la salida de un jugador que se siente más que identificado con la ciudad y el espíritu que transmite el equipo. Su permanencia en el equipo es algo poco habitual en tiempos donde las superestrellas se ven rápidamente tentadas a cambiar cuando las cosas se tuercen, como demuestran contemporaneos como LeBron James, Kevin Durant o James Harden.
Consulta todas las apuestas para la NBA 2025-26
Un club de leyendas
Curry afrontará su decimoséptima temporada entrando en un exclusivo club entre los que se encuentran Dirk Nowitzki (21 temporadas en Dallas Mavericks), Kobe Bryant (20 temporadas en Lakers), Udonis Haslem (20 temporadas en Miami Heat), Tim Duncan (19 temporadas en San Antonio Spurs), John Stockton (19 temporadas en Utah Jazz) o Reggie Miller (18 temporadas en Indiana Pacers).
Noticias relacionadas
Los seis jugadores anteriormente mencionados son, como Curry, ‘one man club’, pero hay otros que decidieron dejar de serlo en la etapa final de su carrera para buscar el anillo, pero que igualan en cifras a Stephen. Karl Malone jugó 18 años en los Utah Jazz para buscar con los Lakers una última oportunidad en 2004. Lo mismo podemos decir de Hakeem Olajuwon quien se marchó de Houston Rockets tras 17 años para jugar en Toronto. Y finalmente, lo mismo podemos decir de Tony Parker quien estuvo 17 temporadas en San Antonio para terminar en Charlotte su carrera.
No tiene pinta de que Curry, a estas alturas, vaya a marcharse del equipo de toda la vida y más viendo el éxito que ha tenido. El quinto anillo es muy tentador, pero manchar su legado con los Warriors quizá no entre en la ecuación por desempatar en grandeza con LeBron James como el gran dominador de su generación.



Rellene su nombre y apellidos para comentar