En 2020, el Barça decidió fichar a una leyenda del baloncesto europeo como Sarunas Jasikevicius para dirigir su nave y detener la hegemonía del Real Madrid. El base es el jugador que más veces ha ganado la Euroliga -con cuatro entorchados-, guardando una conexión especial con una competición que se le resiste al club culé desde 2010.

Saras, como todo el mundo le conoce cariñosamente, aterrizó en la Ciudad Condal avalado por cuatro temporadas como técnico del Zalgiris Kaunas, equipo al que llevó a sus mejores resultados europeos desde que existe la Euroliga. El club armó un equipazo en torno a los deseos de Jasikevicius, quien purgó al actual MVP de la ACB, Ante Tomic, para traer a jugadores como Nick Calathes o Pau Gasol.

El Barça parecía un equipo de All-Stars, habiendo reunido hasta a siete jugadores con pasado en la NBA. El club culé respondió a tanta expectativa firmando una temporada de ensueño en la que ganó la Copa del Rey, la Liga ACB y fue finalista de la Euroliga. Sólo el Anadolu Efes impidió a los culés culminar el año perfecto para despedir la carrera de Gasol.

Decisiones erróneas

Con el aval de los resultados y de tenerle medio comida la moral a un Pablo Laso al que había derrotado sistemáticamente la temporada anterior, Jasikevicius pudo incrementar su inversión trayendo a otros dos ex NBA como Nico Laprovittola y Dante Exum, al mismo tiempo que fichaba al jugador más prometedor de su país, Rokas Jokubaitis, y al pívot turco Sanli.

Los culés fueron como la seda en esta temporada 2021/22, ganando la Copa del Rey, pero entraron en crisis en el peor momento. Perdieron en semifinales de la Final Four ante el Real Madrid y los blancos les volvieron a mojar la oreja en la final de la Liga ACB, dejando la temporada del equipo en un aprobado raspado. Jasikevicius afirmó que les había faltado carácter ganador, mantra que actualmente repite una y otra vez.

El lituano, ya en la presente temporada -que además es la última de su contrato-, vio cómo su excompañero y amigo Juan Carlos Navarro -nuevo sheriff del baloncesto culé- le daba todo lo que pedía en busca de la ansiada Euroliga. Jasikevicius vio incorporados a su proyecto a dos ex NBA como Satoransky y Vesely, además de dos viejos zorros de la Euroliga como Kalinic y Tobey.

El hundimiento

Estos fichajes no han tenido el rendimiento esperado, como demostraron cayendo en cuartos de final de la Copa del Rey ante el sorprendente Unicaja. Los culés tenían este mes de mayo su opción de revancha en la Final Four de la Euroliga repitiendo el resultado de 2022 con otra derrota dolorosa y un Mirotic desaparecido. Ahora sólo les queda competir por una ACB que puede dar una bola extra a Saras.

El técnico, de no ganar la ACB, no será renovado en su cargo como máximo responsable del banquillo azulgrana. Jasikevicius lo ha tenido todo a favor, pero no ha sabido sacar partido a una plantilla que, previsiblemente, cambiará de cara a la próxima temporada tras los recortes anunciados por el presidente Joan Laporta.

El favoritismo de estos últimos años ha jugado en contra de un entrenador que, de momento, no ha estado a la altura de su leyenda como jugador.

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