CICLISMO
Jonas Vingegaard, de pescadero a estrella mundial del ciclismo
El vigente campeón del Tour de Francia buscará su tercera corona esta temporada tras un grave accidente en el País Vasco.
Juego Seguro. +18 Juega con responsabilidad.
Jonas Vingegaard es un chico al que nadie le ha regalado nada. Puede parecer que teniendo un DNI danés, la actual estrella del Visma-Lease a Bike lo tuvo todo hecho en el mundillo de las bicicletas, pero ni mucho menos fue así. Trabajó durante mucho tiempo en lonjas y conserveras de pescado antes de dar el salto a la fama mundial.
En 2022, cuando ganó su primer Tour de Francia, se hizo viral una imagen del joven Jonas trabajando en una conservera de pescado. El ciclista confesó que no le quedó más remedio que hacer esos trabajos para cumplir su sueño de convertirse en deportista profesional, y que desde que abandonó el colegio, ese fue su oficio a media jornada -ganando poco más de 1.000 euros-.
La otra media la aplicaba entrenando con el modesto equipo de categoría continental ColoQuick, quien le reclutó en 2016 como estrella emergente. Vingegaard estuvo alternando pescado y bicicleta durante dos años e incluso le sirvió para salir de un apuro económico en el verano de 2017, cuando sufrió una fractura de fémur y se quedó sin cobrar por no competir durante un tiempo.
Modesto por naturaleza
La vida le cambió en el Tour del Porvenir de 2018 después ganar una contrarreloj por equipos y ser descubierto por su actual conjunto, quien no dudó en ficharle para la temporada 2019, dándole un contrato en condiciones que le sacaría de la conservera de pescado. En esa carrera apenas brilló -no estuvo ni en el top-10- en comparación de otros talentos de su generación como Tadej Pogacar, que ganó la clasificación general sobradamente.
Vingegaard llegó muy humilde al equipo holandés, corriendo las carreras que nadie quería y siendo un gregario de lujo de líderes como Primoz Roglic o Wout van Aert. Debutó en una Gran Vuelta en 2020 terminando el ‘46′ en una clasificación general de la Vuelta a España ganada por su compañero ‘Rogla’.
El estallido de Vingegaard
El danés pasó muy desapercibido en esos dos años, hasta que se quiso dar a conocer en la Vuelta al País Vasco de 2021. Ahí demostró que podía estar al nivel de los mejores tras ser un gregario implacable de su jefe Roglic: terminó el esloveno primero, con él segundo y Pogacar tercero de la general.
La gente vio esa carrera como la revancha del Tour de Francia que Pogacar había arrebatado a Roglic un año antes en la última contrarreloj, pero nadie reparó en que la aparición del discreto Vingegaard era la verdadera noticia trascendente. Un nuevo gallo había llegado al pelotón para quedarse.
El Tour de Francia de 2021 obligó a Vingegaard a quitarse la careta definitivamente. Roglic abandonó en la novena etapa y todo el peso del equipo recayó en su discreto líder. Terminó segundo por detrás de Pogacar, pero puso las bases de lo que sería su hegemonía venidera. Porque el bueno de Jonas no ha vuelto a perder un Tour frente al esloveno, ganando las ediciones de 2022 y 2023 con absoluta solvencia.
Quizá este 2024 esté más complicado tras sufrir una durísima caída que le fracturó varias costillas y que le dejó ingresado en el hospital varias semanas en la carrera donde se hizo un nombre: la Itxula del País Vasco. Vingegaard, por lo pronto, está apuntado en el Tour pero no ha competido desde entonces en ninguna prueba.
Un chico fiel
Puede que Vingegaard no sea el ciclista más mediático del mundo, pero sí que es un tipo fiel a sus raíces. Sin ir más lejos, Jonas se casó con la directora de marketing del equipo ColoQuick -sí aquel que no le pagaba muy bien y que le obligaba a estar limpiando pescado-, siendo este el círculo perfecto a la curvatura de sus humildes orígenes.
Ahora mismo, Vingegaard es el tercer ciclista mejor pagado del mundo ganando anualmente 4 millones de contrato y otros tantos por patrocinios y premios. Atrás quedan aquellos días en los que Jonas se levantaba de madrugada para ir a la lonja para poder pagarse una bicicleta en condiciones que manejar por las tardes. Las historias de superación todavía existen en el deporte al más alto nivel.