Fernando Alonso rozó con la yema de los dedos su victoria número 33 en la Fórmula 1. El asturiano tuvo una oportunidad de ponerse primero en Mónaco cuando entró al box en la vuelta 55 para cambiar neumáticos, mientras que el líder de la carrera Max Verstappen permanecía en la pista perdiendo una enorme cantidad de tiempo en esa vuelta.

“No lo sé compañero, lo que vosotros veáis”, dijo Fernando como si fuese Poncio Pilato sobre la decisión de qué ruedas poner. Aston Martin había colocado los neumáticos intermedios de lluvia una vuelta antes a su compañero Lance Stroll con buenos resultados y todos los pilotos que paraban en ese momento se decantaban por ese mismo compuesto.

Alonso entró en el box y sus mecánicos le estaban esperando con unos neumáticos medios de seco que demostraron ser una decisión sorprendente y a la vez nefasta a todas luces. El asturiano salió con ellos dando únicamente una vuelta -de milagro no se chocó contra los muros- para finalmente poner intermedios en el mismo giro que un Verstappen que salió del aprieto con una ventaja de 20 segundos sobre el asturiano.

Si desde el muro de Aston Martin hubiesen elegido el neumático correcto -y por otra parte lógico-, Fernando Alonso habría salido por delante de Max Verstappen y probablemente habría ganado la carrera ante la dificultad de adelantar en las calles del Principado. En lugar de eso, el bicampeón del mundo se calló y no recriminó una decisión que le costó la victoria.

Alonso no quiso poner en juego el gran ambiente existente en un equipo que va creciendo día a día y se conformó con su mejor resultado en una carrera de Fórmula 1 desde el Gran Premio de Hungría de 2014. La 33 tendrá que esperar, pero sin duda, está cada vez más cerca viendo que todos reman en la misma dirección con un asturiano que contagia su entusiasmo.

Radios célebres de Alonso

El fallo cometido por Aston Martin podría haber despertado la bestia que tiene dentro Alonso en la radio y que no ha ocultado a lo largo de su carrera con múltiples piques con sus escuderías. En 2007, en su primera etapa con McLaren, el español les espetó en pleno pique con Hamilton en el Gran Premio de Europa que “esa estrategia hace parecer que competís contra mí, no a favor de mí”. A la postre, esa afirmación hecha en el Gran Premio de Europa se demostró como verdadera al término de la temporada.

Alonso también se soltó la lengua en Renault en 2009, cuando en el Gran Premio de Hungría le llamaron a los boxes en el peor momento. “No puedo creerlo. No puedo creer lo que estamos haciendo aquí”, apuntó. En esos mismos términos también se manejo en un equipo Ferrari donde los fallos estratégicos son marca de la casa como el rojo de sus coches. “¿Me habéis parado para esto? Otra vez en tráfico, otra vez”, senaló.

Quizá la radio más recordada de la carrera de Alonso sea la del Gran Premio de Bélgica de 2016 cuando era pasado como si fuese un cono por sus rivales en las rectas. “Motor Honda, motor de GP2. Argggg ¡Qué vergüenza!”, aseveró consiguiendo el veto de la marca japonesa durante más de un lustro. En su última etapa en Alpine, también soltó alguna perla cuando se supo que se iba a marchar del equipo y que beneficiaban a su compañero Esteban Ocon: “Qué error, eh, estratégicamente, ¿qué me estáis haciendo este año?”.

Fernando Alonso podría haber explotado como un volcán en Mónaco ante un error de novato de Aston Martin, pero prefirió callar públicamente antes de perder un ambiente que le ha llevado al podio en cinco de las seis carreras disputadas en esta temporada. El piloto asturiano espera que este tipo de errores no se repitan porque Red Bull y Verstappen han demostrado que no regalan nada a nadie.

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