Juego Seguro. +18 Juega con responsabilidad.

Los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 son recordados por reunir a los mejores nadadores de todos los tiempos en una misma piscina. El universo quiso juntar a cinco campeones olímpicos y mundiales en busca de la gloria en la prueba de los 200 metros libres, quizá la más complicada porque todos se ven con tremendas opciones de ganar.

La prueba de los 200 metros es la que permite que tanto los nadadores de distancias cortas como los de resistencia se puedan medir en un cara a cara sin que ninguno obtenga una gran ventaja... y así ocurrió en la capital griega.

Sigue toda la actualidad de París 2024 en el Blog de Betfair y conoce las mejores apuestas

Los contendientes

El cartel pone los pelos de punta. Por un lado, encontramos al entonces joven Michael Phelps quien con 19 años debutaba en unos Juegos, pero que ya había asombrado al mundo en los Mundiales y en los trails norteamericanos. El futuro ganador de 28 medallas olímpicas (23 de oro) correría la final en la calle 3 con muchas esperanzas.

El vigente campeón olímpico de la distancia, el holandés Pieter van den Hoogenband, ya había sacado las garras días antes ganando los 100 metros. El tulipán era el recordman y corría en la calle 4 después de haber conseguido el mejor tiempo en los clasificatorios con 1:46:00, una plusmarca galáctica.

En la calle 5, el australiano Ian Thorpe venía de machacar en los Juegos Olímpicos de Sidney 2000 ganando 6 medallas (3 de oro y 3 de plata) con tan sólo 17 años. ‘El Torpedo’ tenía el reto en Atenas de ser la única persona en la historia en conseguir medalla en las distancia de 100-200 y 400, y lo lograría a la postre.

Además de estos tres colosos, también encontramos a dos campeones olímpicos como el estadounidense Klete Keller -ganador de dos oros y conocido por ser uno de los cabecillas del Asalto al Capitolio en 2021- o el australiano Grant Hackett -dominador de distancias más altas y siete veces medallista olímpico-.

La victoria de Thorpe

La carrera fue un auténtico espectáculo, no sólo por la tensión que había con tanto gallo en una misma piscina, sino porque muchos creían que de aquí nacería una rivalidad que no fue entre Phelps y Thorpe. Van den Hoogenband impuso el ritmo inicial desde el lanzamiento a las primeras brazadas, batiendo el récord del mundo al paso por los 50 y los 100 metros.

El holandés quería desmoralizar a sus rivales y, cuando alcanzó los 100 metros, iba en progresión de batir el récord del mundo por 1.03 segundos. Esa situación no enervó ni a Thorpe ni a Phelps, quienes seguían a medio segundo del misil tulipán. En los siguientes 50 metros, el farol de Van den Hoogenband se vino abajo.

Thorpe olió que su rival empezaba a flaquear de fuerzas y se esforzó por adelantarle antes del último largo. El australiano puso la directa, batiendo el récord olímpico y parando el crono en 1:44.71. Dicha plusmarca estaba situada en 1:45.35 y también fue batida tanto por Van den Hoogenband -segundo con 1:45.23- y por Michael Phelps -tercero con 1:45.32-. El norteamericano, de hecho, estableció el récord de su país con ese tiempo.

Esta carrera es considerada por todos los expertos en natación del mundo como la carrera del siglo, al reunir en un mismo podio a 45 medallas olímpicas en una sola foto. Phelps, el tercero en discordia, se convertiría posteriormente en el atleta más laureado de la historia de la natación, pero ese día Thorpe -quien se retiró por desmotivación en 2006- fue el que se llevó el gato al agua.