Con 38 años a sus espaldas, Marc Gasol ya no tiene que demostrar nada a nadie. El pívot ha vivido la que podría ser su última temporada como profesional en el Basquet Girona, club del que es dueño y presidente, como un chaval de la mitad de su edad y sufriendo hasta la última jornada por evitar el descenso.

Lo cierto es que Marc ha sostenido a su equipo en la máxima categoría gracias a su tremenda clase sobre la cancha que le ha llevado a promediar 10,5 puntos, 5,7 rebotes y 2,8 asistencias en 24 minutos de juego. El jugador ha sido el sexto más valorado de toda la ACB con 16,2 unidades y sin apenas percances físicos. El MVP de la competición, el también pívot Ante Tomic, ha logrado 17,8 de valoración de promedio.

Marc Gasol está en números para poder seguir en la ACB sin ningún problema y sabe que su posible retirada conllevaría bastantes problemas para su equipo para poder mantener la categoría. El pívot ya no es aquel jugador ‘fit’ que ganó el anillo en 2019 con los Toronto Raptors porque se le ve algún kilo de más que, al mismo tiempo, es sinónimo de felicidad.

El mediano de la saga ya conoce la longevidad de su hermano Pau, quien estuvo jugando hasta los 41 años en busca de ganar una Euroliga que se le resistió con el Barça. Marc no tiene objetivos tan ambiciosos, aunque podría jugar perfectamente en uno de los grandes clubes de España porque clase y talento no le faltan. De hecho, sus amigos de la selección Llull, Rudy y Chacho acaban de demostrar que la veteranía es un grado ganando la Euroliga como actores principales.

Altos y bajos

Marc, todo sea dicho, tuvo su mejor partido de la temporada en la jornada 1 contra el Real Madrid. Frente a los blancos firmó una impresionante tarjeta estadística de 21 puntos, 7 rebotes y 7 asistencias para ser el MVP de la jornada habiendo logrado 34 de valoración. A Eddy Tavares le dio un clínic gratuito de movimientos al poste y de circulación de balón.

El pívot no ha tenido el mejor cierre de temporada con una derrota ante Baskonia y una tarjeta estadística de 4 puntos y un rebote en 15 minutos de juego. Quizá por estos números y este mal sabor de boca es posible que Marc haya pensado que su etapa en el baloncesto está terminada, aunque tendrá que sentarse consigo mismo y su familia para analizar su continuidad en la ACB.

El jugador tiene un sueño que parece imposible, pero quizá no lo sea tanto si hacen los movimientos adecuados en el mercado de fichajes. Marc nunca ha ganado la Copa del Rey y desearía por encima de todo sumar ese título a su irrepetible palmarés como guinda al pastel en 2024 en un torneo que se celebrará en Málaga, ciudad donde ha salido por la puerta grande muchas veces.

Sus reflexiones

Con un anillo de la NBA, dos Mundiales FIBA, dos EuroBaskets, dos medallas olímpicas, una ACB y una FIBA Eurocup en su historial, Marc tiene pocas cosas más que ganar. “La decisión sobre mi retirada la tomaré con la distancia y la tranquilidad, haciendo balance de cómo ha sido el año. Miraré la fotografía en general para ver si puedo afrontar el siguiente reto, y ahí empezaré a tomar la decisión, pero sin ningún drama”, dijo al terminar la temporada.

Marc ha armado un proyecto ambicioso en Girona con el veterano técnico Aíto García Reneses al frente y ahora se debate entre darse un último baile por las canchas o empezar a trabajar como gestor del club. “Tenemos más tiempo para planificar este verano, y ahora conocemos un poco más el ecosistema ACB, por lo que podemos detectar los déficits que tenemos. Eso no te garantiza nada, ojo, pero puedes saber qué mejorar”, zanjó.

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