La estadística que refleja a la perfección el cambio de juego en la NBA
El triple se ha convertido en una herramienta imprescindible para sobrevivir en la NBA actual y hasta los pívots lo han aprendido.

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La NBA juega a una cosa completamente diferente a la que se jugaba hace una década atrás. El triple se ha convertido en la forma de lanzamiento más común junto con las penetraciones a canasta. El tiro de media distancia y jugar al poste bajo se encuentran en peligro de extinción en un baloncesto cada vez más veloz y donde prima el bloqueo directo.
Después de un párrafo tan técnico, vayamos con los hechos. Un pívot que ha vivido los dos periodos y que se tuvo que reciclar para sobrevivir es Brook Lopez. El actual jugador de Los Angeles Clippers ha tenido dos carreras deportivas completamente diferentes en la NBA, y existe un dato que lo deja más que en evidencia.
Durante sus ocho primeras temporadas en la NBA, hasta el final de la temporada 2015/16, Lopez lanzó un total de tres triples en la competición. En los nueve siguientes años, el pívot ha disparado hasta en 1.072 ocasiones desde la línea de 7,25, intentando una media de cinco triples por encuentro.
Lo más curioso es que el propio Brook Lopez consiguió ser All-Star en su primera etapa como pívot, cuando militaba en los Brooklyn Nets en la temporada 2012/13. En ese momento, el jugador sólo intentaba anotar al poste, siendo uno de los más completos en sus movimientos interiores para desbordar a los pívots rivales.
No se libran ni las estrellas
Pero el juego cambió por completo en la NBA con los Stephen Curry y James Harden como abanderados de la era del triple, obligando a muchísimos pívots a reciclarse. Brook Lopez es el ejemplo quizá más flagrante porque hablamos de un All-Star, pero hubo otros que empezaron a añadir esa herramienta a la que parece que ningún jugador grande de la NBA puede renunciar.
Todo un campeón olímpico y All-Star con los Miami Heat, como Bam Adebayo, tuvo que dar el paso hacia el triple la pasada temporada. El jugador, que no tenía mala mano, lanzó durante sus primeras siete temporadas como profesional 104 triples en la NBA. El año pasado realizó 221 intentos de tres puntos en una sola temporada, confirmando su mutación pese a haber bebido de las mieles del éxito sin los triples.
Los ‘culpables’ de todo
Quien siempre ha debido su reputación al triple es un Stephen Curry que es el jugador que más de tres ha anotado en la historia de la NBA y que habitualmente es reconocido como el mejor tirador de la historia. En su caso, llama poderosamente la atención también un incremento en cambio fundamental a partir de la temporada 2015/16.
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La estrella de los Golden State Warriors subió su media de intentos de triples hasta los 11 por partido que realiza de media desde entonces, cuando antes de ello llegaba a duras penas a los 6 por partido. La consecuencia de este cambio también le convirtió en el primer baloncestista que tira más de tres que de dos en la NBA.
Dicha tendencia la siguieron posteriormente Damian Lillard, James Harden, Klay Thompson o Buddy Hield. Aunque lo que muchos no darían crédito es que el anteriormente mencionado, Brook Lopez, también se ha subido a este carro, lanzando más triples que intentos de dos puntos en su selección de tiro en las dos últimas temporadas que lleva en activo. Como para poner en duda que el baloncesto ha cambiado y para siempre por el triple.
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