Juego Seguro. +18 Juega con responsabilidad.

Si naciste en los noventa, seguramente tienes el claro recuerdo de tus ídolos futbolísticos: medias bajas, camisetas anchas, pantalones más cortos que los habituales y... ¿Anillos y cadenas?

Así es, hasta hace no mucho los árbitros hacían la vista gorda y permitían a los futbolistas jugar con complementos como pendientes, cadenas o anillos en la mayoría de los partidos. De hecho, era muy rara la vez que un colegiado obligaba a un jugador a desprenderse de sus joyas o a vendarse los pendientes.

Sin embargo, a día de hoy es imposible ver a un futbolista jugando con este tipo de equipamiento. Esto se debe a una decisión que la FIFA tomó años atrás: cumplir categóricamente la Regla número 4 de la International Football Association Board (IFAB)

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¿Qué dice la Regla 4 de la IFAB?

Esta norma de la FIFA regula el correcto equipamiento de los futbolistas en el terreno de juego. Además de especificar la indumentaria que deben llevar los jugadores, también enumera las diferentes prohibiciones de vestimenta.

La Regla número 4 de la IFAB expresa lo siguiente: “Los jugadores no deberán llevar equipamiento ni objetos peligrosos. Se prohíbe todo tipo de accesorios de joyería, en concreto: collares, anillos, brazaletes, pendientes, bandas de cuero o goma...”

De la misma forma, esta norma refleja que los jugadores no podrán cubrirse estos complementos con cinta adhesiva, y en caso de un comportamiento reiterado, el árbitro tiene el deber de amonestar

¿Por qué no se puede jugar con accesorios?

Esta norma no es un capricho de la FIFA, sino una medida para velar por la seguridad de los actores del fútbol.

La International Football Association Board puso esta regla en vigor con el objetivo de evitar que cualquier jugador sufra algún tipo de lesión relacionada con este equipamiento.

Al llevar según qué accesorios, los futbolistas corren el riesgo de engancharse con un rival y sufrir daños como ahogamientos, en el peor de los casos. Una amenaza que no existe al desprenderse de estos objetos.

¿Por qué antes sí se permitía?

Por tanto, el reglamento deja muy claro que se prohíbe taxativamente el uso de complementos y joyas. Entonces, ¿por qué antes se utilizaban?

“Jugar con anillos y pulseras es tan sancionable como hacerlo sin espinilleras” - Comité Técnico de Árbitros (2002).

El único motivo por el que hace años veíamos a futbolistas marcar goles con cadenas y anillos se debía a la pura permisividad de los árbitros. Sin embargo, el Comité Técnico de Árbitros ya reconocía en el año 2002 que esta práctica estaba totalmente prohibida, y que si un colegiado consentía a un futbolista jugar con accesorios estaba vulnerando totalmente la normativa.

No obstante, en aquellos años los colegiados se defendían de estas acusaciones exponiendo que muchos jugadores se las ingeniaban de formas muy originales para salir al terreno de juego con determinados accesorios, ya que muchos de ellos lo consideraban amuletos para ganar.

¿Soltero o casado?

Pese a que la Regla 4 de la IFAB dejase muy claro sus normas, a principios de los 2000 había una ley no escrita entre futbolistas y árbitros: los anillos matrimoniales.

Los colegiados consideraban estos accesorios menos peligrosos al ser más finos que otro tipo de objetos. Sin embargo, los árbitros solían incumplir su deber para hacer la vista gorda, al reconocer que estos anillos también estaban totalmente prohibidos.

De este modo, en muchos encuentros se daba la cómica situación en la que el árbitro preguntaba a un jugador si estaba casado o soltero, con motivo de permitirle determinados accesorios. Algo impensable en el fútbol moderno.