El triple es, a día de hoy, un recurso indispensable en el baloncesto. No en vano, cada vez son más los equipos que confían en el tiro de tres puntos por delante de la tradicional canasta de dos puntos. Su irrupción a nivel mundial cambió la concepción de baloncesto, hasta convertirlo en el deporte moderno y dinámico que es hoy, pero hubo muchos obstáculos por el camino.

Origen a nivel universitario

El triple nació en las universidades como compensación al dominio de los equipos con jugadores más altos.

Las primeras noticias de su existencia datan de 1933, cuando en diversos partidos amistosos entre universidades se jugaba con una línea de tres puntos.

En esos tiempos, la línea se situaba a 7,62 metros, siendo utilizado en muy pocas ocasiones este recurso, al no tener la mayoría de jugadores un rango de tiro tan lejano.

En 1945, la NCAA -la mayor liga universitaria de Estados Unidos- decidió dar una nueva oportunidad a la línea de tres puntos acercándola a los 6,25 metros.

El primer partido con estas normas se disputó entre las universidades de Columbia y Fordham, y gustó tanto que se quedó para siempre.

Las primeras ligas profesionales

La NBA ya hacía sus primeros pinitos en esos tiempos, pero se mostró reacia a adoptar la línea de tres puntos hasta mucho más adelante.

En 1961, la extinta American Basketball League (ABL) fue la primera liga profesional en admitir la línea de tres puntos y tras ella le siguieron la también extinta Continental Basketball Association (CBA).

El triple necesitaba un gran promotor ante una NBA que le daba la espalda y este llegó con la irrupción de la única competición que ha hecho temblar a la hegemónica. Hablamos de la American Basketball Asociation (ABA), que nació en 1967 y que al año siguiente empezó a explotar la línea de tres puntos como una mina de oro.

Tanto es así que en 1970, la ABA se inventó los primeros concursos de triples y de mates, con la participación de sus estrellas y llamando poderosamente la atención del público.

El triple se institucionalizó como algo diferente a la par que necesario, pese a la oposición de los puristas que solo veían en él un elemento circense como los entonces muy de moda Harlem Globetrotters, quienes también jugaban con línea de tres.

Como es bien sabido, la ABA fue absorbida por la NBA en 1976, quedándose la segunda como competición hegemónica del baloncesto.

La competición no estaba segura de si dar o no el paso hacia la línea de tres puntos y finalmente lo adoptó en 1979, siendo en sus primeros años un elemento bastante decorativo en la competición. Sus 7,25 de distancia intimidaban a más de uno.

Difícil adaptación a la NBA

Una muestra de ello es que apenas se intentaban por partido una media de 2,6 lanzamientos de tres puntos y los porcentajes eran bastante bajos por debajo del 25% de acierto.

La cosa fue cambiando en los 90, cuando la NBA más defensiva de la historia decidió acercar la línea de tres a 6,75 en busca de incentivar esta suerte. Los intentos empezaron a subir a 10 por partido y los porcentajes mejoraron ostensiblemente.

En la década de los 2000, el triple se asentó como un arma importante introduciéndose en cada equipo la figura del ‘tirador’ y no fue hasta 2013 cuando la NBA empezó a ver esta arma como la base del ataque en estático.

Todos los jugadores, incluidos los grandes, ahora saben tirar desde la larga distancia, abriéndose el debate de una línea de cuatro puntos para aquellos que anotan desde más allá de 10 metros.

La FIBA, el rector del baloncesto internacional, también aceptó la línea de tres puntos tras verla en primera persona en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 1984.

Mientras que en el torneo olímpico no había triples, en el resto de canchas del país sí lo había, obligando a una reflexión. La organización suiza aceptó el triple tras ese evento, aunque con la distancia de la NCAA.

En la actualidad, NBA, NCAA y FIBA tienen distintas distancias para la línea de tres puntos siendo este un asunto que difícilmente encontrará un acuerdo, como sí sucedió con la línea de tiros libres.

El triple es relativamente joven en el mundo del baloncesto y ahora es una de las herramientas más fundamentales en cualquier sistema ofensivo.

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