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Rivaldo jugó un total de 79 partidos con la selección absoluta de su país, marcando 37 goles y repartiendo 18 asistencias. En el Mundial de 2002, celebrado en Corea y Japón, fue el segundo máximo artillero del torneo, con 5 dianas, únicamente por debajo de su compañero Ronaldo.

Diego Pablo Simeone, junto con Ariel Ortega, son los dos jugadores a los que más veces se enfrentó Rivaldo con la camiseta de Brasil, hasta 7. Por ello, el futbolista carioca ha rememorado alguna de las historias que vivió con el Cholo en los terrenos de juego.

“Me pisó la mano”

Los partidos entre Argentina y Brasil, sean amistosos u oficiales, siempre se han caracterizado por ser de alto voltaje, y los futbolistas no se guardan absolutamente nada.

“Jugué un partido con él, en Pernambuco, en Recife, en el 94. Me pisó la mano. Aún tengo la marca, la marca de los tacos. Me hizo una faena, pero son cosas que ocurrían”.

Sin embargo, Rivaldo necesitaba mantener la cabeza fría y alejarse de cualquier trifulca, ya que se estaba jugando un puesto en la convocatoria para la Copa del Mundo de 1994.

“En esa época yo era un crío todavía. Yo tenía 22 años, si no me equivoco, 22, estaba loco por ir al Mundial del 94. Fue un amistoso entre Brasil y Argentina en el Arruda, Recife. Y en la selección brasileña estaban Ricardo Rocha, Mozer, Branco... Si no me equivoco, creo que Maradona estaba en el banquillo y que no entró en ese partido”, cuenta el embajador de Betfair.

El Mundial del 94 era el objetivo de Rivaldo

Por aquellos tiempos, Rivaldo daba sus primeros pasos en la Canarinha, aunque, a pesar de su juventud, ya tenía el Mundial de Estados Unidos entre ceja y ceja.

“Entonces yo todavía era un chaval. Recuerdo que Mozer, ellos fueron todos a por él, porque era un partido, muy, muy reñido, muchos golpes, un Brasil-Argentina. Hoy ha disminuido un poco porque está el VAR y te expulsan. Pero ese fue un partido duro, difícil, y por supuesto, yo un crío, con la cabeza fría, porque quería ir al Mundial, no podía calentarme. Creo que era la tercera o la cuarta convocatoria con la selección brasileña. Yo quería asegurarme un puesto para poder disputar el Mundial del 94, pero terminé quedándome fuera”.

“Un mes después, en un partido en París entre el PSG y Brasil, empatamos a cero, y después ya no me convocaron. Pero mi sueño era haber jugado el Mundial del 94. Mi comportamiento siempre fue bueno y más queriendo ir a un Mundial”.

Carlos Alberto Parreira no contó con Rivaldo para aquella cita mundialista. Sin embargo, el conjunto carioca se proclamó campeón tras ganar por penaltis a Italia en el Rose Bowl de Pasadena (Los Ángeles). Fue el cuarto título para Brasil, que cuatro años más tarde volvió a llegar a la final, pero se quedó con la miel en los labios, hasta que en 2002 logró ser pentacampeona, ya con Rivaldo en sus filas.