Hubo un tiempo en que la NBA fue tachada como una competición chovinista. Los pocos jugadores internacionales que se aventuraban a jugar allí -por allá en los 80- no solían tener un gran éxito, pese a venir de beber habitualmente las mieles del éxito del baloncesto europeo.

Las cosas, sin embargo, se han ido flexibilizando con el tiempo, permitiendo la llegada de cada vez más jugadores internacionales y éstos a su vez encontrando el éxito.

En la noche inaugural de la temporada 2023/24 se estableció la cifra de 125 jugadores extranjeros en la NBA, siendo esta la cota más alta de todos los tiempos. Resulta curioso que España -vigente campeona de Europa- apenas haya podido apenas aportar tres jugadores a la lista: el número más bajo desde la temporada 2007.

Alemania, Serbia y Canadá

El baloncesto FIBA ha obtenido una enorme cuota de protagonismo en esta temporada después de ver cómo varios de los jugadores que llevaron a Alemania a convertirse sorprendentemente en campeona del mundo están este año en la competición. El país teutón aporta a la suma la nada despreciable cifra de seis jugadores.

La otra finalista de la Copa del Mundo, Serbia, apareció con siete representantes de su país en la noche inaugural de la NBA.

Mientras que el tercero que ocupó el podio en el evento de selecciones disputado este verano, Canadá, acumula la cifra récord de 26 jugadores de su país en la NBA. El país norteamericano es por décimo año consecutivo el que más jugadores foráneos inscribe en la NBA. Anteriormente ese honor perteneció a España en 2013.

Los MVPs ya no nacen en Estados Unidos

La NBA siempre fue una competición que cuidó y mucho de los suyos, pero las superestrellas de un tiempo a esta parte se han convertido en fenómenos globales.

Los últimos cinco MVP han recaído en jugadores nacidos en el extranjero, concretamente dos fueron a parar a manos de un griego, otros dos para un serbio y el último fue para un camerunés que tiene pasaporte franco-estadounidense.

Esta tendencia, lejos de disiparse, parece tener continuidad en el tiempo con los tres actores anteriormente como principales candidatos al galardón de jugador más valioso junto a la estrella eslovena de Dallas Mavericks.

El Draft abrió muchas puertas

Los jugadores internacionales han tenido la manera más democrática posible de darse a conocer gracias en muchos sentidos a que fueron escogidos en el Draft.

La NBA ha destinado en los últimos años cada vez más y más recursos para que ningún talento no pisase sus canchas y eso se ha notado en el sorteo de las jóvenes estrellas.

Para muestra de ello un dato que es esclarecedor de que algo está cambiando: 12 jugadores internacionales han sido elegidos como número uno del Draft de la NBA en los últimos 25 años. Los dos últimos, sin ir más lejos, han venido de Italia y Francia siendo ambos unos prometedores jugadores para el futuro de la competición.

La conclusión es clara para una NBA que ya no sabe vivir sin jugadores extranjeros. Las 30 franquicias de la competición poseen, al menos, un jugador con pasaporte no estadounidense.

Puede que muchos intenten quitar mérito a este dato asegurando que se ha facilitado y fomentando la presencia del jugador extranjero en la competición, pero tampoco es menos cierto que los últimos MVPs y los mejores jugadores del Draft vienen de fuera de territorio estadounidense.

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