CICLISMO | TDF
La maldición interminable de los franceses en el Tour
El ciclismo galo no ha visto a un ganador patrio en la general del Tour de Francia desde 1985, cuando lo logró Bernard Hinault.
37 años y subiendo. La maldición del ciclismo galo con el Tour de Francia, la que sueñan con ganar los niños desde pequeños, sigue siendo un tema más que recurrente. Bernard Hinault, alias ‘El Tejón’, fue el último en beber el champán en lo más alto del podio de los Campos Eliseos mientras escuchaba ‘La Marsellesa’.
Ha llovido mucho desde entonces y el ciclismo francés sigue sin ser capaz de encontrar a un ciclista capaz de ganar en la carrera que les da visibilidad en todo el mundo. Y eso que nuestros vecinos hasta ‘pastelean’ los recorridos para intentar favorecer a su mejor corredor y ni por esas han conseguido romper la mala racha.
La maldita promesa
Desde 1985, cinco ciclistas franceses fueron segundos en la general y otros cuatro consiguieron un tercer puesto en la clasificación final como mejor resultado. Todo este infortunio para los galos comenzó por una promesa rota. Hinault ganó ese último Tour con la ayuda de su compañero Gregg Lemond y ‘El Tejón’ le prometió ayudarle al año siguiente a ganar la general.
Aquel acuerdo fue roto por Hinault en mitad de carrera en 1986. Atacó a su compañero en su momento más débil y sacó una renta de casi cinco minutos de ventaja sobre el norteamericano en la general. ‘El Tejón’, sin embargo, entró un día en crisis y sus rivales se las devolvieron todas juntas. De poco sirvió que suplicase clemencia porque quería desempatar el récord de cinco triunfos en la general de Eddy Merckx. Lemond le dio una estocada y ahí comenzó el calvario.
El norteamericano es parte importante en esta historia porque en 1989 también impidió a otro francés como Laurent Fignon ganar el Tour de Francia.
La etapa final iba a ser una fiesta con una contrarreloj por los Campos Eliseos en la que ‘El Profesor’ sería coronado. El francés, sin embargo, no cumplió con los pronósticos perdiendo por la menor diferencia de la historia de la carrera -9 segundos- prologando una maldición que ya se hizo oficial tras ese desenlace. Como consecuencia, nunca más hubo contrarrelojs en la etapa final del Tour.
Los casos recientes
Avanzando un poco en el tiempo encontramos que el siguiente segundo en la general fue un Richard Virenque que no tuvo ninguna opción ante Jan Ulrrich en 1997. El escalador de origen marroquí se quedó a nueve minutos del teutón, pero su encomiable esfuerzo le convirtió en un modelo a seguir para las futuras generaciones que copiaron gestos y estilo de Virenque. Sólo hay que ver con qué importancia se toman los franceses el maillot de la montaña que el bueno de Richard ganó hasta en siete ocasiones.
Hay que avanzar muchísimo en el tiempo hasta encontrar a un francés cerca de la victoria en la general. Thomas Voeckler soñó con ella en 2011, pero las etapas montañosas acabaron con más de dos semanas de maillot amarillo en su poder. Esa misma secuencia se repetiría en 2020 con Julian Alaphilippe perdiendo el último día de montaña su liderato en favor de Egan Bernal. En ambos casos, el desplome fue tan grande que se quedaron fuera del podio.
En 2014, muchos franceses seguro que le intentaron hacer budú para que abandonara a un Vincenzo Nibali que ganó aquella edición sobrado tras los abandonos por caída de Chris Froome y Alberto Contador. Al siciliano le acompañaron dos franceses en el podio como Jean-Christophe Peraud y Thibaut Pibot siendo esta ocasión otra de las recordadas en este particular calendario de maldiciones.
La última oportunidad
La última vez que Francia rozó un Tour fue en 2016, cuando Romain Bardet no pudo incomodar a Chris Froome en su camino hacia su tercer Tour de Francia. El británico apenas pasó apuros frente al escalador como demuestran los cuatro minutos que le sacó en la general. El prometedor francés, en parte por culpa de la presión de la prensa local, nunca volvería a estar cerca del triunfo.
Y así se resume la maldición de Francia con los Tours. Curiosamente, sigue siendo ampliamente el país que más veces ha ganado la carrera con 36 triunfos duplicando las victorias de su más inmediato perseguidor Bélgica -18- y triplicando al tercero que es España con 12. Hinault comenzó una maldición que dicen que le perseguirá hasta la tumba a sus 68 años. De supersticiones vive el hombre.
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