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Checo Pérez terminó la temporada 2024 como el octavo clasificado del Mundial de Fórmula 1. El mexicano ha alternado resultados brillantes con otros desastrosos, llegándose a cuestionar su continuidad en la escudería Red Bull de cara a la próxima temporada. Los números no le ayudan ni lo más mínimo en esta situación.

El de Jalisco, de hecho, hizo podio en cuatro de las cinco primeras carreras de la temporada, hasta encadenar una racha horrible que no le ha devuelto a los puestos de privilegio en el resto de la campaña. Los expertos afirman que Red Bull dejó de tener el mejor coche de la parrilla en el Gran Premio de Miami 2024 -la sexta prueba de la temporada- y Checo nunca ha pasado del sexto puesto desde entonces.

Su compañero, Max Verstappen, se las ha sabido ingeniar para ganar el Mundial con dos carreras de antelación, pero ha tenido que sudar la gota gorda ante la pujanza de los McLaren y los Ferrari. Ambos equipos han superado a Red Bull en el campeonato de constructores de esta temporada.

Un paralelismo con los Verstappen

Checo finalizó octavo del Mundial. Para ver un resultado tan flojo de un compañero de equipo hay que remontarse hasta 1994. En esa temporada, Michael Schumacher ganó el campeonato de manera sorprende con un Benetton, finalizando su compañero en décimo posición.

Ese piloto de la escudería verde y que hacía las veces de escudero del joven Schumacher -25 años en aquel entonces- respondía al nombre de Jos Verstappen. Como todo el mundo puede adivinar, hablamos del papá de Max, quien estuvo en la Fórmula 1 durante ocho temporadas, consiguiendo aquella temporada los dos únicos podios de su carrera deportiva.

El progenitor del cuatro veces campeón del mundo, en su defensa de ser el peor compañero de un ganador, puede decir que aquella temporada solamente compitió en 10 de las 16 carreras con el Benetton y que inicialmente era el probador del equipo. Las lesiones del finlandés J.J. Lehto le permitieron acceder a un puesto para el que quedó demostrado que no estaba preparado.

Benetton, de hecho, decidió despedir al papá de Max a dos carreras del final porque Schumacher no le consideraba un escudero de nivel. Contrataron a Johnny Herbert para la misión, pero no consiguió terminar ninguna de las dos carreras para las que fue contratado.

El futuro del mexicano

Checo Pérez parece que no sufrirá el mismo destino del padre de su compañero de equipo. El mexicano ha sufrido una gran involución esta temporada. En 2021, en su primer año con Red Bull, finalizó cuarto del Mundial. En 2022 fue tercero y el año pasado en 2023 terminó como subcampeón. Ahora terminó octavo y sin ganar ninguna carrera, como sí había ocurrido sin excepción en todos los años precedentes.

Quizá lo más perjudicial para Red Bull de todos estos resultados es perder el campeonato de constructores. El ganador se embolsa 140 millones de dólares y este año los austríacos terminaron en tercera posición de este Mundial, cediendo 18 millones por el camino. Para nada es un asunto baladí por culpa del bajo rendimiento de Pérez.