BALONCESTO
La promesa incumplida de LeBron James en el All-Star
El hombre que más veces ha sido seleccionado en la historia para el partido de las estrellas jamás ha participado en el concurso de mates.

Juego Seguro. +18 Juega con responsabilidad.
LeBron James es un auténtico record-man en lo que se refiere a los All-Star de la NBA. El alero ha sido seleccionado en 21 ocasiones para la cita de las estrellas, estableciendo un registro sin parangón en la mejor competición de baloncesto del mundo. La longevidad de su carrera, en este caso, ha jugado en su favor para establecer una nueva plusmarca.
El jugador de los Lakers recientemente fue criticado por decidir a última hora no tomar parte en el All-Star de 2025 por unas recurrentes molestias en el tobillo. LeBron James mostró una falta de compromiso en un evento al que ha contribuido en su evidente declive en los últimos años. Muchos señalan a ‘King James’ y algo de razón no les falta.
En la ‘administración James’ como estrella dominante del All-Star, los partidos se han convertido en algo poco competitivo y serio si lo comparamos con los que vimos a principio de siglo. Muchos señalan que la falta de ganas de algunas superestrellas por hacer un espectáculo acorde contrasta con la presencia omnipresente de un LeBron que podría haberle puesto más ganas.
El tema del concurso de mates
Además de esta factura, quizá la que más han querido cobrarse los detractores de James es su ausencia en un concurso de mates que estaba destinado a ganar y en el que nunca participó para decepción del público en general. Y eso que LeBron prometió en su año de novato, allá por 2004, que antes de 2010 participaría en el evento estrella del sábado en el All-Star.
“Apuntad mi nombre porque antes de 2010 participaré y ganaré ese concurso de mates”, dijo LeBron tras hacer un improvisado evento de mates en el partido entre novatos y jugadores de segundo año en ese 2004 que tan lejos queda ahora. LeBron, pese a la presión popular, nunca estuvo interesado en emular a otras superestrellas que lo ganaron como Julius Erving, Dominique Wilkins, Michael Jordan, Kobe Bryant o Vince Carter.
LeBron siempre prefirió no exponerse ante otros rivales pese a que el concurso de mates, como el All-Star, ha bajado evidentemente su nivel en los últimos años. Para muestra de esta afirmación un botón. Mac McClung, ganador de las tres últimas ediciones, ha hecho en partidos de NBA un total de dos mates en toda su carrera deportiva.
Y las facturas pendientes
Puede que James no tenga la culpa de todo en el fracaso del All-Star en los últimos años, pero sí que ha contribuido no participando en otros eventos (hasta Jordan participó con poco acierto en un concurso de triples) más allá del partido. El jugador, lejos de tomárselo en serio, implantó una cultura del entrenamiento que a día de hoy se mantiene. El orgullo de ganar el partido de las estrellas está actualmente enterrado.
Los detractores de LeBron siempre podrán acusarle de hacer del All-Star un fin de semana anodino cuando antes era el más esperado de la temporada. El jugador se borró este año de jugar el que hubiese sido su partido 21 consecutivo en el All-Star por una lesión y la NBA no tuvo tiempo ni para traer a un reemplazo en una maniobra que definitivamente no gustó a nadie.
Muchos jugadores sueñan con estar en el partido de las estrellas al menos una vez en su carrera porque a algunos incluso les cambia la vida por poder aspirar a mejores contratos. En este caso, LeBron no hizo ningún favor a la competición ni a sus compañeros decidiendo no jugar a tres horas del encuentro para el que tiempo atrás muchos españoles madrugaban para disfrutarlo.