GIRO DE ITALIA
La redención de Primoz Roglic en el Giro de Italia
El esloveno se paseó por las calles de Roma con la maglia rosa cerrando una hemorragia que se abrió hace tres años.
El mundo de ciclismo es un lugar mejor después del sábado 27 de mayo de 2023. La deidad de las bicicletas tenía una deuda pendiente con Primoz Roglic desde que en 2020 protagonizó uno de los desenlaces más dramáticos que se recuerdan en la penúltima etapa del Tour de Francia. El esloveno perdió la carrera francesa en una cronoescalada ante Tadej Pogacar y, casi tres años después, ha ganado el Giro de Italia cambiando el papel de derrotado al de vencedor.
Roglic se llevó la vigésima etapa de la carrera rosa haciendo un alarde de fortaleza para recortar los 26 segundos con los que le aventajaba Geraint Thomas y terminar ganando en las tremendas rampas del Monte Lussari. El esloveno pudo con todas las adversidades, incluida una salida de cadena subiendo el puerto que le costó 15 segundos.
Ni esos viejos fantasmas pudieron con la cabeza de un ‘Rogla’ que tenía el objetivo entre ceja y ceja... y eso que hace unos días parecía algo completamente imposible. Parte de culpa de la victoria la tuvieron sus compatriotas, que se desplazaron en masa a apoyarle en este desenlace haciendo sentir al corredor de 33 años como si estuviese en casa.
Lo cierto es que se lo pusieron muy fácil a los eslovenos para llenar una ascensión que registró un ambiente de citas históricas. Este coloso de la cordillera de los Dolomitas se sitúa a escasos 20 kilómetros de la frontera con el país de Roglic y el líder del Jumbo pudo sentir el calor de su gente desde la primera rampa.
Las lágrimas de ‘Rogla’ a la llegada eran las de las redención. Cuatro días antes, en las rampas del Monte Bondone, el esloveno se quedó a cuatro kilómetros del final de sus dos acompañantes en el podio -el galés Geraint Thomas y el portugués Joao Almeida-. Ambos pudieron rematar al tres veces campeón de la Vuelta a España, pero no se pusieron del todo de acuerdo y lo pagaron caro.
Roglic supo sufrir
Cierto es que Roglic dispuso en ese momento de la ayuda de su inseparable Sepp Kuss para limitar la pérdida a apenas 25 segundos, porque de haberse ido un poco más atrás no habría podido remontar en la crono final a Geraint Thomas. El galés fue la otra cara de la moneda tras haber estado ocho días con el jersey de líder y no haber podido rematar la faena. “Estoy frustrado, pero consciente de que si me dicen en marzo que voy a ser segundo del Giro habría mordido el brazo de alguien”, espetó.
Roglic, a lágrima viva, se quitó de encima una losa que le había estado reventando en los últimos años. “He sufrido mucho hasta llegar aquí. Muchas caídas, muchos reveses, muchas decepciones y finalmente tengo esta carrera en mi palmarés. Agradezco a la gente lo mucho que me ha ayudado hoy a recuperar mi confianza y a creer en que podía hacerlo”, dijo el esloveno.
Thomas se quedó a 14 segundos de Roglic en la general, siendo ésta la segunda distancia más corta en la historia de la carrera. El galés, quien sí tiene en su palmarés el Tour de Francia que Roglic nunca pudo ganar, ha dado toda una lección de pundonor con 37 años. “Esto es un regalo más en mi carrera deportiva. Me alegro por Primoz porque sabía todo lo que representaba esta crono para él”, zanjó.
Roglic acabó con sus fantasmas del pasado en el Monte Lussari, un lugar que curiosamente conocía a la perfección de su época como saltador de esquí y que estará en su memoria para siempre. El ciclista por el que se apiadó medio pelotón ahora tiene dos de las tres grandes y sueña con un Tour de Francia en el futuro. Sólo seis ciclistas en toda la historia tienen la conocida como ‘Triple Corona’.
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