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CICLISMO

La revolución de las tarjetas amarillas llega al ciclismo en 2025

La UCI introduce un polémico sistema que afectará directamente a la competición y ante el cual muchos ciclistas ya han puesto el grito en el cielo.

La revolución de las tarjetas amarillas llega al ciclismo en 2025

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El ciclismo se futboliza, al menos en lo que respecta a las normas. A partir de esta temporada, habrá tarjetas amarillas durante las carreras y con sanciones muy importantes que pueden afectar a la hora de alinear o no a un corredor durante una carrera. La UCI ha previsto hasta 21 escenarios para poder mostrarlas y ojo porque no sólo afectan a ciclistas.

Las amarillas también las pueden ver mecánicos, directores técnicos, motoristas y hasta periodistas. Y la norma es bien sencilla de explicar. Dos amarillas en una carrera suponen la expulsión inmediata de la misma y además siete días de suspensión de la licencia para competir. Esto se aplica en ‘Grandes Vueltas’ y en Clásicas.

Las tarjetas además se acumulan durante toda una temporada y sólo se limpian al término de la misma. Así pues si un ciclista recibe tres amarillas en el plazo de un mes será suspendido durante 14 días de su licencia, mientras que si durante un año recibe seis tarjetas la sanción ascendería a 30 días sin poder competir.

Las formas de ser sancionado

La UCI quiere ser muy estricta en todo este asunto y así no mostrará las amarillas en directo durante una carrera como haría un árbitro, sino que al término de la misma habrá unos comisarios que estudiarán las acciones polémicas y que anunciarán si hay sanciones o no. Esto, salvando las distancias, se parece un poco a las medidas que toma la FIA y la Fórmula 1.

Además, el rector del ciclismo mundial se reserva la opción de llamar a comisarios a los jefes de equipo para que identifiquen a los infractores y, en caso de no querer responder, se enfrentarán a cuantiosas multas económicas. La seguridad y la recaudación siempre irán de la mano, con la UCI lucrándose a costa de los ciclistas.

Entre las acciones susceptibles de recibir amarilla están descender de forma temeraria en posiciones no permitidas, también encontramos ayudarse del coche del equipo para mejorar posiciones, coger comida en zonas no habilitadas para ello y (quizá la más inverosímil de todas) la prohibición de celebrar la victoria de un compañero de equipo soltándose del manillar.

Ya se han hecho pruebas

La última Vuelta a España fue el lugar idóneo para probar este nuevo sistema sin que hubiese penalizaciones como ahora. En total se “mostraron” 21 amarillas -una por día- y hubo un director deportivo que hubiese sido expulsado al reincidir en carrera y que responde al nombre del exciclista italiano Marco Marcatto.

El día en que más tarjetas se sacaron fue en la etapa 11 de la ronda española, cuando hasta siete personas vieron amarilla. Medio equipo Decathlon fue sancionado por “Obstrucción”, mientras que otros dos ciclistas recibieron castigo por “Utilizar una posición peligrosa en la bicicleta”. El último sancionado Alexandr Shefer, director deportivo de Astana, por dar material técnico a sus corredores en una “posición irregular”.

La UCI asegura que todas estas medidas se utilizan para velar por la seguridad de unos ciclistas que no andan muy conformes con tantas restricciones. Atrás quedan aquellos tiempos en los que Miguel Indurain y compañía hacían el Tour de Francia con gorra o con la melena al viento. Por cierto, quitarse el casco, aunque sea momentáneamente, también será objeto de sanción.

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