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Luka Doncic inicia su séptima temporada en la NBA con una enorme carga en la mochila. El esloveno alcanzó la pasada campaña las finales de la mejor liga del mundo y fue tercero en la carrera de un MVP de la temporada que se le resiste. El jugador tiene por delante su año de reivindicación para convertirse en la superestrella que todo el mundo anticipaba una década atrás.

Doncic dispone a día de hoy de uno de los mejores equipos de la NBA y podríamos decir que hecho a medida. Dallas ha ido uniendo una pieza detrás de otra hasta conseguir formar un equipo que combina el talento de Kyrie Irving, la frescura de piernas de sus jóvenes pívots y un tirador letal, la guinda que terminó por llegar este verano.

Un fichaje que lo cambia todo

Klay Thompson ha decidido dejar los Golden State Warriors para enrolarse en esta aventura que proponen estos Dallas Mavericks que ahora son los favoritos en la Conferencia Oeste. El alero aportará su experiencia en forma de cuatro anillos y su toque mágico para el tiro, toda vez que Doncic e Irving consigan atraer a las defensas rivales para dejarle espacio para lanzar.

Sobre el papel, las cosas no podrían irle mejor a un Luka que tendrá todo tipo de comodidades a su servicio. Contará con Irving para crear cuando le atosiguen las defensas rivales y con Thompson para encontrar al hombre abierto dispuesto a tirar y anotar sin apenas consumir botes de balón. Ni el mismísimo Dirk Nowitzki, campeón en 2011 con los Mavericks, tuvo tanto talento a su servicio.

Entre el nuevo big-three de los Mavericks suman la friolera de 18 elecciones All-Star, cinco anillos de campeón de la NBA y hasta el récord de triples en un sólo partido con 14 en poder de Klay Thompson. Sin duda, estas credenciales hacen de los tejanos una de las grandes fuerzas a tener en cuenta por la primera posición de la Conferencia Oeste.

Números que no sirven para nada

Doncic podría subir sus números hasta la estratosfera tras promediar la pasada temporada 33.9 puntos, 9.8 asistencias y 9.2 rebotes, siendo uno de los mejores años estadísticos de todos los tiempos. Ni LeBron James en su ‘prime’ logró estos números y eso que ‘El Rey’ ganó cuatro MVP’s en sus años mozos. Luka espera que ahora sí le tengan en cuenta para esta lucha.

El año pasado Doncic vio cómo Nikola Jokic le arrebataba el premio con claridad cosechando su tercera distinción como MVP. El serbio tiene en su carrera todo lo que anhela el esloveno, puesto que además de esos premios es también ganador de la NBA con Denver Nuggets en 2023. Lo mismo se puede decir de otro rival de generación como Giannis Antetokoumpo, quien ganó la NBA en 2021 y que fue MVP en dos ocasiones anteriormente.

La hora D

Luka, sin duda, tiene entre ceja y ceja conseguir ser ese referente que prometía cuando entró en la NBA en el verano de 2018. Desde entonces sus promedios no han hecho más que mejorar teniendo en cuenta que en su año de novato ya se salió del mapa firmando 21.2 puntos, 7.8 rebotes y 6 asistencias. La pasada temporada batió sus mejores marcas en puntos, asistencias, robos, porcentaje de triples y tiros libres.

Con tanto talento reunido es lógico pensar que Doncic tendrá que aprender a administrar la presión, pero qué duda cabe que si hay alguien preparado para hacerlo es él. Antes de aterrizar en Dallas, brilló durante tres temporadas en el Real Madrid ganando todo lo ganable y terminando por irse con la Euroliga y el MVP. A sus 25 años, la hora del esloveno en la NBA ha llegado.