TOUR DE FRANCIA
La última vez que el Tour terminó en contrarreloj y el trauma para el ciclismo francés
El final del Tour de Francia de 2024 será el más atípico de la historia al no terminar en París y encima disputándose contra el crono.
Juego Seguro. +18 Juega con responsabilidad.
Desde 1975, el Tour de Francia ha terminado ininterumpidamente en los Campos Eliseos parisinos con una gran fiesta que habitualmente culminaba en un sprint. Los Juegos Olímpicos que comenzarán la próxima semana han acabado con esta tradición de la carrera, obligándola a finalizar únicamente en esta edición en Niza.
La joya de la Costa Azul acogerá el final de la competición y no será precisamente un paseo. A los ciclistas les espera una contrarreloj de lo más exigente con una ascensión al Col de La Turbie y 33,7 kilómetros de recorrido. La última vez que la ronda gala terminó con una crono se vivió una de las situaciones más dramáticas de la historia del deporte francés.
Corría el año 1989 y el Tour de Francia decidió que por primera vez se terminase la carrera con una contrarreloj de 24,5 kilómetros por las calles de París. Ese tipo de final podría beneficiar al favorito local Laurent Fignon y además haría las delicias de la gente, viendo desfilar de uno en uno a todos los ciclistas.
La tragedia
Fignon se plantó en la salida de la última etapa con el maillot amarillo y una ventaja de 50 segundos sobre Greg Lemond. Todo apuntaba a que el francés conseguiría su tercer triunfo en la clasificación general de la ronda gala, tras los cosechados en 1983 y 1984, cuando el norteamericano apareció con una vestimenta futurista con casco aerodinámico incluido.
Algunos se reían por su aspecto, pero ese accesorio fue el que a la postre le daría el triunfo ante un Fignon que salió sin casco a la crono. El norteamericano aventajó a su rival en 58 segundos en los 24,5 kilómetros de crono y se convirtió en el ganador con el margen más estrecho de la historia del Tour de Francia con 8 segundos.
Los franceses no podían dar crédito a lo sucedido con un Fignon, que también se quedó con cara de no entender nada tras terminar tercero en la etapa con una media de 52,7 km/h. La estrella local había volado, pero Lemond mucho más. Como dato para los amantes del ciclista está que un joven Miguel Indurain disputó aquella crono, terminando a 1:39 del vencedor final.
Un hito
El trauma que supuso la derrota de Fignon ante Lemond se prolongó durante años y el Tour de Francia jamás volvió a terminar en una contrarreloj hasta esta edición, 35 años después. En todo este tiempo, el país anfitrión de la carrera no ha estado ni cerca de ganar su competición, estableciéndose 1985 como la última ocasión que un ciclista francés ganó el Tour con Bernard Hinault como el hombre.
Aquella contrarreloj cambió las normas del ciclismo. Ahora es casi obligatorio el casco aerodinámico, se ha innvado con las ruedas lenticulares y se ha aligerado la bicicleta al máximo. Aquel revés que se llevó Fignon fue para muchos justicia poética para un ciclista que no quería aceptar la tecnología en su vida.
En sus memorias, Fignon reconoció que estaba traumatizado por la situación. “Nadie se atrevía a decírmelo a la cara, nadie me explicaba lo que todos sabían menos yo: había perdido el Tour. Caminé como un boxeador groggy, sin entender nada... Al día siguiente empezó lo peor. Iba constantemente contando 8 segundos en mi cabeza, para darme cuenta de lo que representaban y de que no dan tiempo de nada”, explicó el ciclista que murió en 2010 tras un cáncer.