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La selección española es el equipo nacional más laureado de la historia de las Eurocopas empatado con Alemania a tres triunfos. Pese a que La Roja estuvo 44 años sin conseguir un éxito, la realidad es que los nuestros supieron esperar su momento para capitalizar una serie de triunfos que todavía siguen en la memoria de todos.

Este artículo no pretende recordar los tiempos de gloria, sino el periodo de entreguerras que vivimos durante casi medio siglo sin ser relevantes en el fútbol europeo. España ganó como anfitriona la Eurocopa de 1964 ante la Unión Soviética y a partir de ahí vivió un declive pronunciado que hizo que no consiguiese clasificarse para las tres siguientes ediciones de la Eurocopa.

España tuvo que esperar hasta la Euro de 1980 en Italia para reaparecer en el panorama europeo, teniendo un papel poco trascendente en el evento. Jugamos tres encuentros y sólo logramos un empate como mejor resultado, para terminar séptimos de un torneo que ese año había ampliado su nómina de selecciones participantes a ocho.

La cantada de Arconada

La Roja resucitaría en la Eurocopa de Francia 1984 con una actuación memorable que les llevó a la final del campeonato. Los nuestros alcanzaron la final tras una serie de actuaciones sobresalientes del portero Gonzalo Arconada, siendo decisivo en la tanda de penaltis ante Dinamarca en la semifinales. El guardameta, sin embargo, falló en la final ante la anfitriona con una ‘cantada’ épica que tiró nuestras esperanzas al limbo.

Tan dura fue la resaca que España no pasó de la primera fase en la Eurocopa de Alemania en 1988 y no se clasificó para la Eurocopa de 1992 celebrada en Suecia. El equipo nacional había tocado fondo en esos días, pero había esperanza tras el oro olímpico logrado ese mismo año en Barcelona 92.

Con el equipo maduro, España se presentó en la Eurocopa de Inglaterra 1996 con esperanzas renovadas. La Roja pasó la primera fase como segunda, teniendo la mala fortuna de medirse a la anfitriona en el cruce de cuartos de final. Tras tener las ocasiones más claras del partido, España perdió en la tanda de penaltis frente a los ingleses prolongando su horrible racha.

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Eliminados por los campeones

El cambio de siglo parecía que podía cambiar la suerte del equipo. España aprendió de sus errores clasificándose primera de grupo tras un partido épico que ganó sobre la bocina a Yugoslavia por 3-4. El problema volvió a ser el cruce de cuartos y encontrarse con Francia, la vigente campeona del mundo dos años atrás. Los galos superaron a los nuestros por 1-2 y serían posteriormente coronados como vencedores del torneo.

España tenía todo de cara en 2004 en la Eurocopa de Portugal. El equipo era joven, pero había hecho una fase de clasificación espectacular. Nos tocó en la fase de grupos con la anfitriona, Grecia y Rusia... y quedamos apeados y con cara de tontos tras sumar una victoria contra los rusos, empatar con los helenos y perder con Portugal. La diferencia de goles nos echó del campeonato y vio medirse a nuestros dos verdugos en la final con victoria para Grecia.

Todos estos sinsabores desembocaron en una Eurocopa de Austria y Suiza en 2008 donde España tocaría el cielo con el triunfo más importante de nuestra historia. Luego llegaría el triunfo en el Mundial de 2010 y la Eurocopa en 2012, pero el camino hasta alcanzar a ese estado de ‘nirvana’ fue mucho más duro de lo que nadie se puede imaginar.