Los Juegos Olímpicos de 2036 desatan una nueva rivalidad en Oriente Medio
Tanto Qatar como Arabia Saudí se postulan como los principales favoritos a albergar la cita que paraliza el deporte mundial cada cuatro años.
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El mundo del deporte está pendiente de la próxima decisión que tomará el Comité Olímpico Internacional sobre la sede de los Juegos Olímpicos de 2036. Brisbane se coló por la gatera, logrando el sí para la edición de 2032 en el periodo de incertidumbre que rodeó a los Juegos Olímpicos de Tokio.
La ciudad australiana asumió riesgos en mitad de la pandemia y aceptó acoger una cita por la que ahora se espera una batalla encarnizada para su próxima edición. Dos de los países más ricos del mundo la quieren y harán todo lo necesario para quedarse los Juegos Olímpicos.
En este caso, va a importar poco la rotación continental habida cuenta de que Asia y Australia suelen ir en un pack a la hora de presentarse a albergar este tipo de citas. Qatar y Arabia Saudí ya han hecho gestiones necesarias para conseguir esta separación que en otros ámbitos como el fútbol o el baloncesto no logran, al competir con ellos dentro del mismo continente.
Una escuela diferente
Qatar cuenta con el aval de haber organizado la que para algunos es la mejor Copa del Mundo de fútbol de la historia en 2022. También harán la de baloncesto en 2027 y han albergado en su territorio mundiales de diversas disciplinas como atletismo o natación, las más importantes dentro del mundillo olímpico.
Lo único que le falta a Doha es contar con unos Juegos Olímpicos que corren relativa prisa, puesto que las instalaciones pueden llegar a quedarse ‘anticuadas’ si tenemos en cuenta que podrían tener casi 20 años de vida cuando se celebre la cita.
Sin experiencia, pero con dinero
Arabia Saudí, por su parte, ha optado por un enfoque completamente diferente, colonizando con sus petrodólares diversas organizaciones deportivas que parecían intocables como la ATP, las ligas de fútbol europeas más potentes o incluso una Fórmula 1 que podría convertirse en deporte olímpico.
Los árabes han intentado hacer las cosas por las buenas con el dinero, pero también se han encontrado con reticencias como por ejemplo en el mundo del golf, creando LIV Golf para competir con el circuito de la PGA.
¿Un doblete a la vista?
En cualquier caso, Arabia cuenta con menos instalaciones deportivas hechas que Qatar y una menor experiencia para los eventos, con la salvedad de que acogerán la Copa del Mundo de fútbol de 2034, y quieren hacer doblete.
En este siglo, acoger Mundial de fútbol y Juegos Olímpicos seguidos es una práctica más que habitual, como demuestran ejemplos como Brasil en 2014 y 2016 o futuramente Estados Unidos en 2026 y 2028. Por cierto, que los yankees fueron los pioneros de esta visión, acogiendo su primer Mundial de fútbol en 1994 y luego los Juegos de Atlanta 96.
Cambio de fecha
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Lo que parece evidente es que los Juegos Olímpicos podrían sufrir un cambio drástico en sus fechas y celebrarse en invierno para no sufrir el complejo clima de Qatar y Arabia Saudí, que en verano cuentan con temperaturas que podrían alcanzar los 50 grados durante el día.
Será curioso porque oficialmente los Juegos Olímpicos de verano podrían pasar a fechas de los de invierno, bajo esta circunstancia completamente atípica y que ya aceptó el mundo del fútbol en el Mundial de Qatar 2022. Lo que es evidente es que la nueva disputa del deporte está en Oriente Medio... y todo por una foto con los aros olímpicos.
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