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El de un campeón olímpico es el último caso, pero seguro que no el último de la pericia del Atlético de Madrid en el mercado de fichajes. La historia del delantero melillense da para una telenovela, después de ser pagada su cláusula de rescisión por los rojiblancos tras ver cómo en la primera jornada de la Liga 2023/24 les marcaba un gol con la camiseta del Granada.

El club desembolsó seis millones en el jugador, quien inmediatamente fue cedido al Deportivo Alavés cuajando una temporada notable que ha llamado la atención de muchos clubes europeos. Finalmente, y sin debutar en el Atlético, ha sido vendido al Oporto por 15 millones de euros a cambio del 50% de su pase, mientras que la otra mitad sigue en poder de los rojiblancos.

El club del Metropolitano ha conseguido una operación redonda con un futbolista que ha sido como una burbuja bursátil, rivalizando con la histórica de Martin Demichelis. El central argentino fichó libre por los rojiblancos en el verano de 2013 y jugó algunos amistosos con el club antes de ser fichado por un Manchester City que pagó cinco millones por liberar al jugador. El Atlético financió con este dinero el fichaje de Toby Alderweireld, por quien el Tottenham pagaría 16 millones dos veranos después.

Otros que no debutaron y dejaron dinero

Uno de los futbolistas con más cartel que fue propiedad del Atlético y que nunca debutó fue el internacional portugués Diogo Jota, quien fue fichado por el club por siete millones de euros y vendido tras dos años de cesiones a los Wolves por 14 millones en 2018. Actualmente el jugador del Liverpool está cotizado en 50.

El Atlético también hizo un buen negocio con Jonny Otto, a quien fichó del Celta por siete millones en el verano de 2018. El club no tenía margen salarial para inscribirlo y decidió cederlo a los Wolves, encontrándose con que el equipo inglés lo quería en propiedad accediendo a traspasarlo por 21 millones de euros sin haber vestido la camiseta rojiblanca.

En este ‘grandes hits’ del Atlético no podemos olvidar cómo los rojiblancos ganaron medio millón de euros en cuestión de cuatro horas. Fue en el cierre de mercado de 2011 cuando el club firmó a Julio Alves -el hermano del internacional Bruno Alves- por 2,5 millones -proveniente del Río Ave-, para venderlo pocos minutos después al Besiktas turco por 3 millones en una operación actualmente prohibida por la normativa de los equipos puente de la FIFA.

Grandes fiascos

Pero dentro de esta historia de especulación y riesgo, el Atlético también sabía que podía salir escaldado de algún traspaso y así ocurrió en el caso de Bernard Mensah. El ghanés fue adquirido por seis millones en 2015 proveniente del Vitoria Guimaraes y jamás debutó con la camiseta rojiblanca siendo cedido al Getafe, a equipos portugueses y turcos, hasta que finalmente le compró el Kayserispor por la mitad de lo que pagó el club.

Nehuén Pérez fue otro fichaje de esos que era una moneda al aire y que salió cruz. Vino proveniente de Argentinos Juniors y se pagó por él tres millones de euros. El jugador nunca ha debutado con el Atlético siendo cedido a clubes como el Famalicão, el Granada o el Udinese. El argentino se ha marchado esta temporada libre tras no recibir nunca una oportunidad.

Y finalmente debemos recordar cómo los rojiblancos perdieron la fe en Santos Borré y se equivocaron. Le compraron en 2015 por siete millones de euros y después lo venderían a River Plate por 3,5 millones después de una grave lesión. El delantero colombiano fue el héroe de la Europa League que ganó el Eintracht de Frankfurt en 2022 y su cotización alcanzó los 20 millones de euros.