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La nueva temporada de Fórmula 1 promete emociones fuertes. La parrilla se ha barajado en este último año, habiendo hasta 10 cambios de pilotos en sus asientos y jubilándose momentáneamente históricos como Valtteri Bottas, Checo Pérez, Daniel Ricciardo o Kevin Magnussen, quienes contabilizaban cada uno más de una década de experiencia en el ‘Gran Circo’.

Como consecuencia inmediata de tantos cambios, Carlos Sainz pasa a ser el cuarto piloto más veterano de toda la parrilla a sus 30 años. El madrileño pilotará en un Williams después de que Lewis Hamilton se apropiase de su sitio en Ferrari. Los únicos dos equipos que no cambian su alineación con respecto a 2024 son McLaren y Aston Martin.

Precisamente la escudería papaya ha sido una de los grandes damnificadas de las últimas normativas presentadas por la FIA. El vigente campeón de constructores de la Fórmula 1 fue objeto de una polémica durante el pasado Gran Premio de Azerbaiyán, cuando muchas personas se percataron de que su coche hacia el efecto de un mini-DRS.

Cambios incómodos

La nueva norma establece una separación mínima más pequeña y aclara que el DRS sólo tiene dos posiciones: cuando está abierto y cuando está cerrado, evitando formas intermedias como las aplicadas por McLaren para reducir la resistencia al viento. Así las cosas, el equipo inglés puede perder uno de los grandes bastiones que le han convertido en el equipo más potente de la temporada.

Muchas escuderías tampoco estarán muy satisfechas con la medida de la FIA de eliminar el punto extra que concedía la vuelta rápida de carrera. Conseguir este punto hacía que muchos equipos tomasen riesgos e incluso variasen las estrategias, pero la Federación ha considerado que por economía de neumáticos no es bueno que se realicen estas paradas adicionales.

Otra medida que quizá no entusiasme mucho a los pilotos titulares será que tendrán que ceder a lo largo del año dos sesiones de entrenamientos libres a los pilotos suplentes. Con seis carreras programadas al sprint, dejar este hueco a otros conductores -que no van a ayudar a implementar las piezas nuevas en el coche- se presume como una operación con pocos ‘likes’. Hasta ahora, las escuderías sólo tenían la obligación de dar una sesión de libres en todo el año.

¿Una pausa por hidratación?

Otro cambio que va a traer cola es la nueva normativa del riesgo térmico. A partir de ahora, aquellas carreras que tengan un pronóstico meteorológico por encima de los 30,5 grados se las etiquetará como “peligrosas por calor”. Así las cosas, las normas cambiarán drásticamente con respecto a otros Grandes Premios.

El cambio más importante reside en que los pilotos deberán portar sistemas de refrigeración en su cuerpo. Como consecuencia, el peso mínimo se elevará cinco kilogramos durante todo el fin de semana para compensar el aumento de la masa. La FIA quiere evitar desvanecimiento durante las carreras, algo que todavía no ha sucedido nunca que se haya sabido.

Las principales carreras afectadas por estos cambios son las correspondientes a los Grandes Premios de Brasil, Italia y Hungría por sus altas temperaturas. Las competiciones en el golfo pérsico, al ser la mayoría de noche, quedan exentas de ser peligrosas por el calor. El extinto Gran Premio de Malasia hubiese sido ‘penalizado’ por sistema de haber permanecido en el calendario.

Con estos cambios bajo el brazo se presenta una Fórmula 1 que en 2025 vivirá su última temporada con una normativa establecida antes de la revolución de 2026, en la que muchos equipos esperan poder aspirar a mejorar su posición. Este año, las cosas parecen más igualadas que nunca con McLaren viendo cómo le han cortado las alas con su ventaja en forma de DRS.