Luis de la Fuente, el último en sumarse a la moda padre e hijo
El seleccionador español ha ascendido a su hijo Alberto al staff del equipo absoluto español y trabará con él codo con codo en La Roja.
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El mundo del fútbol ha sido de toda la vida una cuestión familiar. A lo largo del tiempo, hemos visto en multitud de ocasiones a un padre dirigir a un hijo sobre el terreno de juego, dándose esa situación en la élite en muchísimas ocasiones. De un tiempo a esta parte, una nueva moda está surgiendo: que progenitor y primogénito compartan banquillo.
Esta situación la puso de ‘moda’ Carlo Ancelotti al llegar en su segunda etapa al Real Madrid en 2021, convirtiendo a su hijo Davide en su mano derecha. El joven, actualmente de 35 años, ha ido demostrando su valía con el paso del tiempo siendo incluso un contrapeso para su padre en algunas decisiones. El madridismo, sin ir más lejos, siempre le estará agradecido por insistir en la vuelta de las semifinales de la Champions de 2024 en meter a Joselu para eliminar al Bayern.
Davide ha sido un caso de tremendo éxito y quizá por eso Luis de la Fuente no se haya cortado ni un pelo a la hora designar a su hijo Alberto para el cuerpo técnico de la selección española. La salida del número 2 del seleccionador, Pablo Amo, obligaba a una reestructuración y pocos esperaban que el riojano se animase ascender a su hijo desde las categorías inferiores para que le acompañase en el equipo absoluto.
Alberto de la Fuente, quien previamente trabajó desde 2018 a 2022 como director metodológico de la SD Huesca, tendrá en estos primeros meses en su cargo la sombra de la duda de una decisión que puede ser interpretada como nepotismo. El hecho es que el joven ya ha bebido de las mieles del éxito, como demuestra el hecho de que ganase un oro olímpico el pasado verano.
El habitual padre e hijo
El caso más habitual entre un padre y un hijo en el mundo del fútbol corresponde a que el primero tiene el rol de entrenador y el segundo de jugador a sus órdenes. En la actual es más que de sobra conocido el tándem que forman los Simeone en el Atlético de Madrid con Diego Pablo como entrenador y su hijo como jugador de la plantilla como delantero.
El club rojiblanco no es el único que ha tenido un caso así de claro. Zinedine Zidane cuando era entrenador del Real Madrid hizo debutar a sus hijos Enzo y Luca en el primer equipo blanco, cuestionándose muchos los méritos de cada uno para hacerlo. En el Barcelona, Johan Cruyff hizo debutar a su hijo Jordi en 1994 en una carrera tampoco excesivamente exitosa en las filas culés.
Quizá el binomio más exitoso de padre e hijo lo formaron los Maldini. Cesare entrenó a Paolo tanto en la selección de Italia como en el AC Milan, siendo estas experiencias muy positivas en cuanto a títulos. A nivel español, el dúo padre e hijo formado por Míchel y Adrián González fue durante muchos años lo mejor que le pudo pasar al Málaga CF.
Rizar el rizo
También, aunque muy poco, hubo padres e hijos que jugaron en un mismo equipo como jugadores, como pasa en la actualidad con LeBron y su hijo en los Lakers. La principal figura que protagonizó esto en el mundo del fútbol es el embajador de Betfair Rivaldo, quien jugó con su hijo Rivaldinho en el Mogi Mirim de la Segunda División de Brasil. Otro ex ulé como Henrik Larsson compartió esa misma sensación jugando con su hijo Jordan en el Högaborg.
Como se puede ver, el mundo del fútbol sigue siendo una enorme familia en la que muchos están conectados. Esperemos, por el bien de la selección española, que Luis de la Fuente haya acertado con la decisión de poner a su hijo en un puesto de relevancia en el equipo nacional y que la racha de títulos no se detenga en el futuro.
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