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Luís Figo: “Me tapé los oídos porque me cayó agua”

Un cuarto de siglo después de su inolvidable fichaje por el Real Madrid siendo futbolista del Barcelona, el nuevo embajador de Betfair ha revivido aquel cambio que desató la ira de la afición azulgrana.

Luís Figo: “Me tapé los oídos porque me cayó agua”
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Un 24 de julio, pero del año 2000, el Real Madrid hizo oficial el fichaje de Luís Figo, que recalaba en el Santiago Bernabéu después de que el club blanco abonara al Barcelona los diez millones de pesetas que figuraban en su cláusula. Se convirtió en aquel momento en el fichaje más caro de la historia, y también en el más mediático.

El jugador luso había aterrizado en la Ciudad Condal en 1995, después de darse a conocer en el Sporting CP, donde una década antes había firmado su primer contrato profesional. Estuvo cinco años en el Camp Nou. Marcó 45 goles y dio 80 asistencias, además de ganar siete títulos, cinco de carácter nacional y dos continentales.

Recién comenzado el siglo XXI, con Florentino Pérez elegido presidente del Real Madrid pocos días antes, Figo, una de las promesas electorales del mandatario blanco durante su campaña, fue presentado en Concha Espina. A partir de ahí, el resto es historia.

Buen recuerdo de Barcelona

En una charla con Betfair, el futbolista nacido en Almada, a pesar de toda la controversia que generó su marcha al eterno rival, habla con cariño de su etapa en Cataluña. "No me veo raro con la camiseta del Barça. Ha sido una época muy importante en mi carrera y en mi vida personal. Es parte de mi historia futbolística y de la historia del fútbol español. Es normal. Lo veo como momentos felices y positivos“.

De todas formas, admite que "jugar un clásico en contra tiene sus consecuencias“. De eso mismo quedó constancia el 23 de noviembre de 2002, cuando el Real Madrid visitó el Camp Nou en la undécima jornada de Liga. Era la segunda visita de Figo a la que había sido su casa, y la afición culé le había preparado nuevamente un infierno. 

Le tiraron de todo. Vasos, botellas -de plástico y cristal-, mecheros... y la famosa cabeza de cerdo. Carles Puyol intentó calmar los ánimos de la gente, pero no prosperó, y el colegiado detuvo el encuentro durante un cuarto de hora. “Los clásicos que he jugado en contra fueron mucho más duros que los de casa. Lo que cuenta es el resultado final por que si ganas, te quedas feliz, y si pierdes estás insatisfecho. Yo me esperaba esas situaciones por lo que había calentado en general la prensa".

“No pasé miedo”

Las imágenes de aquella noche hablan por sí solas. Para el portugués era un suplicio tener que botar un saque de esquina, especialmente en la primera parte, cuando el Real Madrid atacaba hacia el fondo en el que se ubicaban los hinchas más radicales, aunque aquella situación no amedrentó a Figo. “No pasé miedo”confiesa, "pero siempre tienes la preocupación de que pase algo“.

Las escenas son inimaginables a día de hoy. “En unas condiciones así siempre puede pasar algo que no lo prevés, pero, de cualquier forma, ha sido una situación que no es habitual en el fútbol. Fui a jugar al fútbol, iba con la mentalidad de hacer mi trabajo lo mejor posible y nada más. Las circunstancias dictaron que fuera así. La imagen no fue la mejor para ver en un recinto deportivo".

¿Cómo hubiere celebrado un gol en el Camp Nou?

Figo jugó diez Clásicos con la camiseta del Real Madrid. Marcó un gol, en la victoria de su equipo por 2-0 en noviembre de 2001, y lo celebró por todo lo alto. Sin embargo, no fue capaz de ver puerta en ninguna de sus cuatro visitas a la Ciudad Condal. "Hay gente que no celebra contra los antiguos equipos, dicen que por respeto. Si es por eso, no metes gol, ¿no?“, explica el exjugador portugués.

"El respeto por mi anterior club ha sido todo lo que yo he intentado hacer bien, todo lo que he dado, todo lo que me he identificado con un proyecto. Ahora, es lógico, yo tengo que defender un nuevo equipo y, si meto un gol, lo celebro. Bajo mi punto de vista no tiene nada que ver con faltar el respeto. Tiene que ver con ser profesional en ese momento y defender los intereses de tu club".

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Además, otra de las tantas polémicas que surgieron en aquellos años fue la de Figo cubriéndose los oídos, un gesto que años más tarde repitió Gerard Piqué en el Metropolitano para abstraerse de los silbidos del público. No obstante, el lisboeta no lo hacía para tapar el enfado de la gente, sino por otra razón completamente distinta.

“La gente piensa que me tapé los oídos por la pitada, pero no. Cuando yo entraba al campo tenía siempre el pelo mojado y era agua que me había caído en los oídos. Si no, hubiera estado todo el partido y los momentos antes tapándome los oídos, porque siempre me estaban pitando. No tiene nada que ver una cosa con la otra", ha desvelado el nuevo embajador de Betfair 25 años después.

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