Estados Unidos parece no haber aprendido la lección del último Mundial. El equipo favorito a todo en el mundo del baloncesto se pegó un ‘trompazo’ de dimensiones bíblicas terminando séptimos en el Mundial de China 2019. Los ‘yankees’ reunificaron sus tropas y trajeron a sus estrellas más rutilante para dos años después ganar el oro en los Juegos Olímpicos de Tokio.

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Ahora, el equipo que lo ha ganado todo en este siglo XXI -Juegos Olímpicos, Mundiales y FIBA América- vuelve a jugar con fuego antes de un gran torneo. No sólo porque USA Basketball haya decidido cambiar de entrenador, sino porque por primera vez en muchísimo tiempo podemos decir sin miedo a equivocarnos que el equipo adolece de talento y de experiencia.

Estados Unidos trae a este Mundial la raquítica cantidad de tres All-Star. Un 25% de su plantilla con nombres que podrían ser perfectamente lo que se conoce en el mundillo del deporte como ‘one season wonder’. Ninguno de los presentes ha estado en la élite durante más de un lustro y en esta lista además se aprecia que ninguno de los jugadores jamás ha ganado un anillo de la NBA.

Por si fuera poco, al cóctel de inexperiencia se le une que las reglas FIBA se le atragantan más que nunca a unos jugadores NBA cuya mayoría no tiene experiencia previa en torneos internacionales.

Ya vienen avisados

Los resultados en los torneos previos al Mundial con victorias de postín frente a España o Eslovenia podrían desmentir el supuesto de un hundimiento de Estados Unidos. Sin embargo, en 2019 también parecieron intratables hasta que llegaron los partidos a vida o muerte y Francia les despachó por un impresionante 89-79. Previamente, Estados Unidos había ganado sus cinco encuentros previos por una media de 21,5 puntos.

En este Mundial, Estados Unidos tiene una prueba de fuego bien temprana midiéndose a Grecia en la fase de grupos junto con Nueva Zelanda y Jordania. Los americanos, sin embargo, saben que su principal escollo está en la segunda fase cuando se crucen previsiblemente con Lituania y en unos hipotéticos cuartos de final donde le podría esperar Serbia.

El equipo norteamericano ha alternado resultados brillantes con decepciones en los Mundiales. Apenas ha ganado cinco ediciones de las 18 que se han celebrado y su hegemonía fue discutida en el pasado por Unión Soviética y Yugoslavia y en la actualidad por una España que le iguala en número de triunfos mundiales en el siglo XXI.

Los dos favoritos no se han visto en un Mundial de Baloncesto cara a cara desde el año 2002 cuando los nuestros resultaron vencedores por 81-75 en un partido por el quinto del campeonato celebrado en Indianápolis. Desde entonces, los dos gallos se han evitado y todo apunta a que este verano sólo se podrían ver si ambos alcanzan la final del evento que se celebra en Filipinas, Indonesia y Japón.

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