Relativamente, los aficionados al ciclismo van a ciegas en este Tour de Francia. Los dos grandes candidatos al triunfo final, el vigente campeón Jonas Vingegaard y el dos veces ganador Tadej Pogacar, apenas han competido en una carrera al mismo tiempo esta temporada. Sucedió en la Paris-Niza y el esloveno se llevó el gato al agua superando a un danés que no estaba en su mejor momento de forma.

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La primavera parecía que, por fin, les iba a obligar a verse las caras con la Dauphiné Libéré como plato fuerte de preparación para el Tour de Francia. Desgraciadamente, una caída en la Lieja-Bastoña-Lieja dejó a Pogacar dos meses sin competir, evitándonos un duelo que nadie sabe por qué lado se hubiese decantado. El esloveno reapareció en los campeonatos nacionales de su país a una semana del inicio del Tour ganando tanto la prueba en ruta como la contrarreloj.

Vingegaard, quien suma 25 días de competición a estas alturas de la temporada, ha ganado tres de las cuatro carreras de varios días en las que ha participado esta temporada. Se llevó en Galicia el O Gran Camiño en febrero, luego en abril ganó la Vuelta al País Vasco y recientemente se hizo con la Dauphiné. La tradición dice que, quien gana esta carrera, es el favorito para el Tour, pero como no estuvo Pogacar le debemos poner un asterisco.

En cuanto al dos veces campeón del Tour, apostó por un calendario con muchas más clásicas, participando hasta en siete de ellas y obteniendo victorias de renombre en el Tour de Flandes, Flecha Valona, Amstel Gold Race o la Clásica de Jaen. Tadej ganó el mano a mano con Vingegaard en la Paris-Niza, demostrando que su derrota en el Tour de 2022 está completamente olvidada.

Preparaciones express

El esloveno suma hasta la fecha 21 días de competición, siendo este año su preparación más corta desde que ganó el Tour de 2020, pero motivado por una fractura en la mano que le ha impedido competir contra los mejores, aunque sí ha podido entrenar con regularidad en la bici-estática. Esta circunstancia, quizá le haya venido bien a un Pogacar que la temporada pasada llegó sin energías a la tercera semana de Tour.

La ronda gala ha anticipado esta temporada la montaña con un arranque explosivo en las carreteras vascas que tan bien conoce Vingegaard. El danés contará con la opción de atacar en la sexta etapa del Tour cuando se suba el Tourmalet más temprano en el calendario de la prueba en todo el siglo XXI. Veremos si Pogacar ha cogido su mejor golpe de pedal si se da esta circunstancia.

En su mano a mano particular también debemos contar con los equipos que uno y otro presentan. Quizá, el Jumbo-Visma esté más débil que la pasada temporada al no contar con el campeón del Giro 2023 Primoz Roglic, pero no es menos cierto que la escuadra holandesa dispondrá de un Wout Van Aert que llega fresco como una lechuga al solo haber competido 21 días. El belga será, a priori, pieza fundamental para el devenir en la carrera de Vingegaard.

Quizá Pogacar no cuente con un tipo tan fuerte como Van Aert en su equipo, pero sí lleva una serie de gregarios fieles que únicamente pensarán en su triunfo. Gente como Rafal Majka, Adam Yates o Marc Soler deberían darle un plus en los días de altísima montaña para poder hacer una exigente selección dentro del pelotón.

El Tour de Francia 2023 no contempla otros favoritos que no sean ellos dos. Con Remco Evenepoel, Juan Ayuso o Geraint Thomas fuera de la ecuación, el mano a mano entre los gallos está servido. Como ya pasó en las últimas dos temporadas, veremos subir a dos marcianos a un ritmo y al resto de los mortales a otro. Este Tour se decidirá por pequeños detalles y deben tomar buena nota de que el Giro se resolvió por un puñado de segundos.

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