MOTOCICLISMO
¿Por qué MM93 va a estar mejor en Ducati que en Honda?
El seis veces campeón de MotoGP quiere su séptimo título en la máxima categoría y para ello ha decidido dar un volantazo en su carrera.
La carrera de MM93 cambió para siempre en 2020 después de que una caída en el Gran Premio de Jerez parase en seco su carrera deportiva. Se rompió el hueso húmero sufriendo múltiples intervenciones quirúrgicas sin poder recuperar su nivel deportivo hasta 2023.
Al mismo tiempo que el campeón perdía su estrella, Honda tampoco conseguía mantener el nivel con una moto que pasó de ser la más dominante de la década a una de las peores de la parrilla.
MM93 tomó una decisión drástica a mediados de la temporada, renunciando al mejor salario de MotoGP -10 millones de euros de ficha- para salir de Honda y fichar por una Ducati satélite del equipo Gresini. El ilerdense cobrará apenas un millón de euros en la marca italiana en un sacrificio económico que tiene como objetivo volver a sentirse competitivo.
Tras dos años esperando que Honda se adaptase a las actualizaciones aerodinámicas que ahora marcan la diferencia en MotoGP, el seis veces campeón con la marca japonesa se ha cansado de esperar.
A sus 30 años, MM93 no puede estar aguardando eternamente a que el motorista se ponga las pilas y más viendo la enorme distancia existente con unas Ducati que copan los puestos cabeceros del Mundial de Constructores.
La estructura de Bolonia tiene a tres de sus cuatro equipos en el top-3 de la clasificación de fabricantes del actual mundial.
No en vano, el único de sus equipos que no se encuentra en el podio es el equipo Gresini por el que fichará MM93, aunque a buen seguro su presencia y experiencia servirán como acicate a la escudería para mejorar su posición en el futuro.
El objetivo de campeonar
MM93 ha hecho este movimiento para medirse nuevamente con los mejores de la categoría y sabe que, pese a no tener una moto de fábrica, sus opciones con el equipo satélite de ganar están intactas.
Solamente con ver la presente temporada y ver cómo la Ducati ‘pata-negra’ de Pecco y la ‘satélite’ de ‘Martinator’ han peleado por el Mundial de Pilotos hasta la última carrera, las diferencias entre unas y otras son mínimas.
Es evidente que si el piloto ilerdense tiene el ritmo de antaño estará en la pelea por el Mundial, aunque tampoco es menos cierto que sus rivales no son los mismos del pasado al haberse retirado la mayoría de ellos.
MM93 deberá combatir contra una nueva camada de pilotos contra los que no ha tenido la oportunidad de medirse de tú a tú por las lesiones y que tienen mucha hambre.
Un chivatazo
El seis veces campeón de MotoGP tendrá en su aterrizaje en Ducati la nada despreciable ayuda de su hermano Álex, con quien compartirá box como ya hizo en el equipo Honda de 2020. El pequeño de la saga lleva una temporada en el equipo Gresini habiendo conseguido dos podios y logrando un rendimiento creciente en la marca.
Con los dos trabajando codo con codo, la moto debería mejorar muy rápido apuntando todo a que en 2024 puedan conseguir pelear por un Mundial que es el sueño de MM93. El ilerdense, además del simbolismo que tendría, igualaría a su archienemigo VR46 en títulos mundiales con nueve en toda su trayectoria.
Ahora bien, MM93 sabe perfectamente que VR46 sufrió una maldición que él mismo debe superar. El italiano se fracturó tibia y peroné en 2010 no volviendo a ganar un Mundial tras una lesión tan grave, pese a lo cerca que estuvo en 2015.
El catalán tiene la losa psicológica de un húmero que ya se ha operado hasta en cuatro ocasiones y que le ha impedido ser la bestia que antes dominaba a sus anchas MotoGP.
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