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Luis Enrique no deja indiferente a nadie. Para bien o para mal. En el caso de Rivaldo, todo son palabras de admiración para el que fue su colega en la Ciudad Condal de 1997 a 2002, el tiempo en que el futbolista carioca defendió los colores azulgranas. Lucho había llegado allí un año antes, y se marcharía dos temporadas después.

El asturiano colgó las botas en mayo de 2004, y en 2008 arrancó su periplo como entrenador. Lo hizo primero en el filial del FC Barcelona, con quien logró un ascenso a Segunda División, lo que le valió para llamar la atención de clubes grandes como la Roma, quien se hizo con sus servicios en 2011. De allí se trasladó a Vigo, su último paso antes de recalar en el primer equipo del Barça, tras suceder al Tata Martino en el cargo. Ganó dos veces LaLiga, tres la Copa del Rey y una la Supercopa de España.

Y llegó su aventura como míster de la selección española, que estuvo separada en dos partes. Se quedó a las puertas de la final en la EURO 2020, y la prematura eliminación en el Mundial de Catar puso fin a su trayectoria en el combinado nacional. Tras unos meses de descanso, aceptó el reto del PSG, todavía con Kylian Mbappé en nómina, aunque solamente ha podido disfrutar un año del atacante parisino.

“Era un jugador guerrero”

Durante su etapa sobre los terrenos de juego, el canterano del Real Sporting fue un tipo batallador, aguerrido y pasional. Pero también con un gran talento. Tal fue así, que anotó 123 dianas en ocho cursos con el Barça. “Era un jugador guerrero. Un tipo que marcaba goles, que luchaba todo el tiempo, jugó también en el Real Madrid, después jugó en el Barcelona, fui su compañero, una gran persona”.

Sin embargo, a Rivaldo no se le pasó por la cabeza que Luis Enrique fuera a tomar la decisión de sentarse en los banquillos, aunque aplaude ese camino. “Yo no imaginaba que iba a ser entrenador cuando terminara su carrera, pero escogió una buena profesión, ser entrenador, debido a sus características de guerrero y demás. Y le ha salido bien”.

Un sobresaliente en el campo... y fuera de él

El ganador del Balón de Oro en 1999, cuando precisamente compartía vestuario con Luis Enrique, guarda muy buen recuerdo del gijonés en su faceta deportiva, pero también personal.

“Creo, si no me equivoco, que empezó en el Barcelona, en las categorías inferiores, después subió al primer equipo. Fue un buen campeón, varias veces, y está teniendo éxito. Y tiene todo mi apoyo, porque además de ser un gran jugador, es una gran persona y está siendo un gran entrenador”.

Situación delicada en el PSG

El principal objetivo del Paris Saint-Germain cada temporada es ganar la Champions League. Pero ese momento sigue sin llegar, y tras la salida de Kylian Mbappé se antoja todavía más complicado.

Pero lo que podría suponer un verdadero terremoto es una posible eliminación del equipo en fase de grupos este curso. Con el nuevo formato, los ocho primeros clasificados pasan directamente a octavos de final, y del noveno al vigesimocuarto juegan una ronda extra. Y el PSG está al borde del abismo. En la penúltima jornada, recibirá la visita del Manchester City, que está en una situación similar, y cerrará esta primera ronda viajando a Stuttgart. Ahora mismo, el PSG está en zona de eliminación directa, 25º con 7 puntos, a uno del objetivo.

Por lo demás, las cosas en la liga francesa marchan bastante tranquilas. El equipo es líder de la Ligue 1 con 40 puntos, diez de ventaja sobre el Olympique de Marsella, y está metido en dieciseisavos de la Copa de Francia, donde se medirá al FC Espaly, un equipo de la quinta división.