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ENTREVISTA BETFAIR

Rivaldo: “Mi suerte fue que Palmeiras me vendió a La Coruña”

El embajador de Betfair ha repasado una de sus etapas más complicadas con la selección brasileña, que tuvo un final feliz gracias a su traspaso al conjunto gallego.

Rivaldo: “Mi suerte fue que Palmeiras me vendió a La Coruña”

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En una nueva charla con Betfair, Rivaldo ha repasado uno de los momentos más impactantes que ha vivido como internacional brasileño. En su memoria todavía perdura la cruel eliminación en semifinales de los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996, donde un error suyo inició la remontada de Nigeria. Aquello supuso un mal trago para el entonces futbolista de Palmeiras, que poco después sería traspasado a LaLiga y comenzaría un nuevo trayecto lleno de éxitos.

Antes de concretarse su salida rumbo a Europa, el de Recife tuvo que soportar muchos ‘palos’ de la prensa local, a pesar de que Brasil terminó tocando metal en Estados Unidos. Pero toda historia tiene un final feliz, y el Deportivo de La Coruña tuvo mucha culpa de ello.

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Con un balón perdido empezó todo

31 de julio de 1996. Athens (Georgia, Estados Unidos). Juegos Olímpicos. Semifinales. Brasil ganaba por 3-1 a Nigeria en el minuto 78, pero un balón perdido por Rivaldo deriva en el segundo tanto de los africanos, que acabaron mandando el encuentro a la prórroga en el tiempo de descuento por medio de Nwankwo Kanu, quien, a la postre, terminó siendo el héroe en el tiempo extra.

“No participé en la Copa América del 97. Brasil fue campeón, y no participé. Creo que más por los Juegos Olímpicos, que se celebraron en el 96. En la semifinal contra Nigeria, jugué en el centro del campo, perdí un balón y Nigeria hizo el 3-2. Después de ese gol, Nigeria hizo el 3-3, el 4-3 y eliminó a Brasil. Y me quedé un año sin ir a la selección brasileña [...] Me marcaron, y recibí muchas críticas”, relata la leyenda carioca.

Sin embargo, en aquellos JJOO de Atlanta, la Canarinha terminó colgándose el bronce al cuello, aunque a Rivaldo, como a la sociedad brasilera, le supo a poco. “Feliz y, a la vez, no feliz. Porque sabía que todos querían la medalla de oro. Brasil tiene ahora dos medallas de oro. Antes se les criticaba mucho a los jugadores que fueron y no consiguieron la medalla de oro. Y la medalla de plata o bronce no servía para nada. Prensa y aficionados querían que fuéramos campeones olímpicos, pero no lo conseguimos”.

El Dépor al rescate

“Tenía emociones encontradas porque sabía que iba a ser difícil para mí, por el balón que perdí. Lo sentí después del partido. Llegué a Brasil y fui muy criticado por la prensa. Incluso en la calle mucha gente me decía cosas. Mi suerte fue que Palmeiras me vendió a La Coruña. Recuerdo que tuve que quedarme 15 o 20 días en Brasil de vacaciones después de los Juegos Olímpicos e inmediatamente quise ir a La Coruña para presentarme, porque no soportaba escuchar muchas cosas aquí en Brasil, por ese balón que perdí contra Nigeria”.

“Tuve que ir primero a La Coruña y las cosas mejoraron, porque vi que había mucha gente esperándome en la presentación. Hasta me asusté, qué caramba, con tantas cosas pasando en Brasil y aquí en La Coruña la gente está loca por mí. “No lo entiendo, ¿es por mí?” Porque no me lo creía. Y entonces empezaron los entrenamientos y los partidos. Las cosas empezaron a moverse para mí”.

Y tanto que se movieron, porque Rivaldo se convirtió en ídolo absoluto en Riazor. Su gran desempeño con el conjunto blanquiazul le abrió las puertas del FC Barcelona un año después, y para la Ciudad Condal que se fue. Allí terminó bautizándose como el octavo máximo goleador en la historia del club, aunque sus diferencias con Louis van Gaal acabaron forzando su salida un lustro después.

Del Camp Nou se mudó al Giuseppe Meazza, donde vistió la camiseta del Inter por una temporada. Y, a partir de ahí, Cruzeiro, Olympiacos, AEK, FK Bunyodkor, Sao Paulo, Kabuscorp y Sao Caetano. Una carrera tan exótica como exitosa, con un Balón de Oro de por medio y una calidad técnica en su pierna zurda al alcance solamente de unos pocos elegidos.

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