El Tour de Francia y el rally Dakar son dos de las competiciones anuales que más millones de espectadores reúnen delante de la televisión. Ambos eventos cuentan de su lado con la tradición -siempre se hacen en julio y enero, respectivamente- y con el favor de un pueblo galo que se vuelca siempre con ellos.

¿Quién está detrás del éxito de esta competición? La respuesta es simple y atiende al nombre de Amaury Sport Organisation (ASO). Esta compañía nació de la unión en 1992 de la empresa organizadora del Tour de Francia (Société du Tour de France) y de TSO, que organizaba el París-Dakar desde 1978. Ambos eventos iban a ser promocionados por el medio de comunicación de referencia en el grupo, el periódico L’Equipe.

Las cosas han ido fenomenal a ambos eventos desde la fusión. El Tour de Francia ha multiplicado su repercusión y hasta se ha permitido ir comprando carreras como la París-Roubaix, París-Niza, Flecha Valona, Lieja-Bastoña-Lieja, París Tours o Critérium du Dauphiné. Todas ellas son carreras de primerísimo nivel en el calendario UCI.

Las bicis no paran de generar dinero

El Tour de Francia, como tal, es una máquina de hacer billetes generando en su última edición más de 120 millones de euros repartidos en los derechos televisivos, un canon que pagan las ciudades por albergar la carrera, sponsors que pagan un dineral por salir en los maillots y documentales de diversas plataformas que pagan mucho por poder tener imágenes exclusivas.

La guinda al pastel quizá la pusieron con la compra de Unipublic, la empresa española que gestionaba la Vuelta a España y otros eventos como el Maratón de Barcelona. En 2008, ASO se compró el 49% de la compañía y en 2014 ampliaron su participación adquiriendo el 100%.

La empresa francesa ha ido diversificando su presencia en otros deportes siendo también la organizadora de los torneos más importantes de golf, vela o rallys en su país. La ayuda de un periódico relevante como L’Equipe le ha ayudado a promocionar este tipo de eventos que sin ese sustento apenas tendrían foco.

Rugen los motores

El Dakar, por su parte, recibió un importante empujón económico cuando Arabia Saudí decidió pujar para albergarlo a partir de 2020. La prueba más dura del mundo del motor se mudó en 2008 de África a Sudamérica por problemas de seguridad teniendo allí un importante tirón.

En 2019, sin embargo, únicamente Perú mostró interés por albergar el rally que ya había sufrido algunos impagos por parte de otros países que fueron sede en años anteriores. De visitar cuatro países en una misma edición, el Dakar únicamente pasó por uno ese año saliendo a subasta.

Fue entonces cuando los petrodólares saudíes aparecieron para albergar uno de los deportes que más atención levantan en el país. El Dakar es la otra gran pata de los ingresos de ASO con unos ingresos próximas a los 60 millones de euros, aunque las ganancias son de apenas 2 millones.

Según, las últimas cuentas publicadas por la compañía en 2022, sus ingresos fueron de 227 millones de euros con unos beneficios de 71,1 millones. El gigante francés puede hacer un 2024 de récord después de haber firmado un acuerdo de colaboración para ayudar en la organización de los Juegos Olímpicos de París.

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